El peatón atropellado en la A-62 era un indigente que se marchó del albergue de Valladolid
La víctima, de 52 años, había protagonizado varios incidentes previos y caminó en pijama casi tres kilómetros antes de ser arrollado en la autovía
Cuarenta y ocho horas emplearon los forenses y los guardias civiles para lograr identificar al peatón que murió atropellado en extrañas circunstancias en la madrugada ... del pasado sábado cuando caminaba en pijama por la autovía A-62, a la altura del cruce con la carretera de Fuensaldaña. La víctima resultó ser un indigente de 52 años, oriundo, al parecer, de Salamanca, que había pasado parte de la noche en el albergue municipal del paseo de Extremadura, en La Victoria, del que se marchó por voluntad propia poco antes del accidente que le costaría la vida, según confirmaron ayer fuentes de la investigación y municipales.
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Los hechos previos al siniestro, que tuvo lugar a las 6:15 horas en el kilómetro 112,5 de la autovía de Salamanca (A-62), se sucedieron en el albergue provisional situado al borde del Pisuerga, en el antiguo centro integrado de servicios a la dependencia, en el número 9 del paseo de Extremadura, junto al puente de la Condesa Eylo. Allí estaba alojado desde poco tiempo antes este hombre de 52 años después de ser derivado al mismo a través de Cruz Roja. «Estaba muy nervioso, alterado y agresivo y los propios trabajadores intentaron calmarle y acabaron llevándole a una habitación distinta porque no dejaba dormir al resto de usuarios (68 en la actualidad)», explica la concejala de Servicios Sociales, Rafaela Romero, quien añade que el usuario llegó, incluso, a intentar robar en el centro después de recorrer parte de sus dependencias e, incluso, arrojó basuras antes de anunciar que se marchaba. Y lo hizo. «No podemos retener a nadie y sucesos tan terribles como lo ocurrido nos anima a hacer y reclamar una revisión de los protocolos de intervención ante personas con cuadros asociados de salud mental ante los que no podemos actuar salvo con una orden judicial», añade la responsable municipal.
«No podemos retener a nadie, pero lo ocurrido es terrible y anima a revisar los protocolos», lamenta la concejala Rafaela Romero
El caso es que el usuario se marchó del centro esa misma madrugada, aún vestido en pijama y con una cazadora, y acabó recorriendo a pie los cerca de tres kilómetros que separan el albergue de la incorporación a la autovía desde la carretera de Fuensaldaña (entre Lingotes Especiales y los barrios de La Galera y Fuente Berrocal). Allí, ya en la calzada de la A-62, fue arrollado por un conductor en el carril izquierdo en sentido a Arroyo. Murió en el acto. Encima no llevaba documentación y agente y forenses lograron finalmente identificarle al mediodía del pasado lunes, según confirmaron las fuentes consultadas.
«Solo podemos lamentar lo ocurrido e incidir en la necesidad de establecer otro tipo de protocolos y herramientas para evitar que personas tan vulnerables puedan acabar poniendo en riesgo sus propias vidas sin que podamos evitarlo», reitera la concejala Rafaela Romero antes de ahondar en que el usuario «se marchó voluntariamente sin que pudiéramos hacer nada después de que intentaran por todos los medios calmarle».
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El cuerpo del fallecido fue reclamado por sus allegados y será trasladado del Instituto de Medicina Legal en las próximas horas por una funeraria de Salamanca.
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