Los pasajeros del vuelo a Turquía: «Nos hemos llevado un buen susto»

Una avería en uno de los motores del avión fletado por Soltur y operado por Freebird Airlines, fue la causante de que el vuelo, cuya llegada a Villanubla estaba prevista para ayer por la tarde, se redirigiese hacia la localidad de Antalia mientras sobrevolaba Grecia en su itinerario de regreso a España. A partir de ese momento, comenzó un periplo de más de catorce horas que «por suerte ha acabado», tal y como han asegurado varios de ellos al llegar a Valladolid.

Ayer por la tarde, estas doscientas personas abordaban un avión que sin saberlo les iba a dar uno de los mayores sustos de su vida. En pleno vuelo, el comandante informaba por la megafonía que existían ciertos problemas técnicos que obligaban a regresar a Turquía, concretamente al aeropuerto más cercano a su ubicación situado en Antalia, una localidad al sur del país otomano.

«Eso mismo nos confirmaron las azafatas. Pero claro, había mucha gente que no sabía inglés y los jóvenes hemos tenido que hacer de intérpretes para comunicarle al resto lo que estaba ocurriendo y que nos derivarían al aeropuerto más cercano porque allí tenían otro avión«, relata el palentino Sergio Vilaprieto, uno de los pasajeros del vuelo. «Si te dicen que el avión tiene un problema y que tienes que regresar a Turquía cuando ya vas por Grecia pues la verdad, te das un buen susto», ha reconocido acto seguido.

Fue a las siete de la tarde, hora turca, cuando arribaron a la terminal de Antalia para supuestamente abordar un nuevo avión de inmediato. Pero no ocurrió así. «Nos dijeron que sería una cosa rápida, que probablemente sería un cambio de avión o que intentarían arreglar nuestro aparato. Al final ni una cosa ni la otra. Nos metieron en una sala del aeropuerto y nos dejaron ahí esperando durante horas sin tener noticias de cuando volvíamos o que hacíamos. La gente comenzó a llamar a las agencias, a Villanubla y se formó un caos donde nadie sabia nada«, recuerda Carlos Carrascal, otro de los viajeros afectados por el percance.

Sergio Vilaprieto confirma la situación de angustia e incertidumbre que se vivió al llegar a Antalia y no saber cuando podrían regresar a España. «Al llegar al aeropuerto ha habido mucha indignación porque nos han dejado en una sala medio abandonados, no había ningún responsable de la compañía y nos habían dicho que nos iban a poner un bus desde el pie de nuestro avión a otro distinto. Simplemente nos dejaron en la sala donde había solo dos responsables del aeropuerto que no eran ni de la compañía aérea«, ha rememorado el joven palentino sobre ese instante del viaje.

Sin saber que iba a ser de su futuro inmediato, el nerviosismo se apoderó de la sala y comenzaron «las quejas en masa por la situación con la gente apelotonada en la sala» hasta que al final, «tras muchas protestas y mucho tiempo esperando», una responsable de la aerolínea hizo acto de presencia para alojarles en un hotel.

«En la sala había mucha gente cabreada, gente que tenía que trabajar hoy y estaba llamando a sus jefes, entre ellos yo, para explicar lo sucedido. También había mucha gente preguntando a que hora iba a ser el vuelo porque al principio nos dijeron que seria al instante y luego lo fueron retrasando varias horas e incluso a la mañana siguiente sin ponerse de acuerdo entre ellos tampoco. Al final hasta que no nos dijeron que teníamos el vuelo las seis de la mañana no nos marchamos de allí porque queríamos saber una hora también para poder avisar a familiares«, narra Sergio sobre aquellas interminables horas.

Tras la espera, una responsable de la aerolínea acudió para solucionar la situación de una vez por todas. «Llegó y nos dijo que nos iban a dar un hotel y que ya nos buscarían vuelo, algo a lo que obviamente no accedimos. Queríamos saber exactamente una hora de vuelo y un numero de vuelo concreto y una manera de entrar porque necesitábamos otro 'boarding pass'. Hasta probablemente las once, hora turca, no nos llevaron al hotel«, comenta Sergio.

Por suerte, el breve alojamiento en el hotel turco fue «estupendo», según indica Carlos que además informa de que también les dieron de cenar. «Tampoco nos dio tiempo a muchos más que ducharnos y tumbarnos un rato porque poco más tarde nos vinieron a buscar. No hemos dormido prácticamente nada«, ha lamentado a su llegada a Villanubla. «A las tres de la mañana nos han recogido para llevarnos al aeropuerto donde finalmente hemos cogido el vuelo que nos ha traído a las seis de la mañana« ha completado Sergio.

El mismo joven palentino achacaba a la famosa ley de Murphy el incidente que puso el definitivo punto y final a su travesía sobre las nueve de la mañana hora española, media hora más tarde de la hora prevista. «Hasta aquí todo bien, pero al llegar había una niebla muy espesa y al final hemos tenido un susto en el que el piloto ha intentado aterrizar una vez pero no se ha podido«, ha señalado Carlos sobre su llegada a tierras vallisoletanas.

«Cuando casi estábamos tocando tierra ha vuelto a subir de golpe y nos han dicho en megafonía que era por problemas de visibilidad y de viento, por lo que nos ha tocado dar otra vuelta más y esperar un poco hasta que finalmente hemos aterrizado«, incidía Sergio sobre este último contratiempo para finalizar con una frase que seguro firman todos los viajeros de este turbulento viaje a Turquía: «Al final ha salido todo bien y estamos contentos de estar ya aquí», ha concluido.

Con demasiada fatiga acumulada tras la odisea de su vuelta a España, los viajeros han ido desfilando en taxi, autocar y coche particular hacia sus hogares sin realizar reclamaciones en la terminal deVillanubla. «Nos han dicho que tenemos que reclamar indemnizaciones y demás a las agencias, aerolíneas y empresas donde hayamos contratado el viaje», ha informado una de las pasajeras mientras emprendía con celeridad el camino a casa.