Una palentina en el avión de Turquía: «Llevamos 24 horas de un lado para otro»
Un problema técnico obliga a un avión que iba a Villanubla con doce palentinos entre los 180 pasajeros a retornar a Turquía y pasar la noche entre el aeropuerto de Antalya y un hotel
Caras de cansancio al arrastrar las maletas este jueves a las 9 de la mañana, pero por fin en casa. Doce palentinos formaban parte de los 180 pasajeros que partieron del aeropuerto de Atatürk en Estambul, con destino Villanubla, y que llegaron a Valladolid 22 horas después. «Estamos cansados, llevamos 24 horas de un lado para otro», señala Candelas Hermoso, de Oceanía Viajes Palencia y de la Asociación Palentina de Agencias de Viajes. Ella era una de los doce pasajeros de Palencia cuyo avión fue derivado a aterrizar a la ciudad turca de Antalya tras detectarse en el mismo un problema técnico.
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Su vuelo, fletado por los mayoristas Soltur, Travelplan y Holiday, partía este miércoles, después de haber disfrutado de un puente a dieciséis grados en la ciudad de Santa Sofía y de la Mezquita Azul, a las 16:30 horas (del hotel les recogieron a las 11:15). Y, en teoría, llegaba a las 18:30 a Valladolid. El viaje duraba cuatro horas, al haber dos horas de diferencia en Turquía. Pero, a los veinte minutos de vuelo, la voz del comandante puso a todos en alerta. Advertía de que habían descubierto un problema técnico y subrayaba que no era grave, pero que tenían que volver a Turquía. Al poco, la misma voz señaló que descenderían en Antalya.
Los pasajeros esperaron durante horas en una sala de tránsito, donde les dieron unos cupones para que tomasen una bebida mientras esperaban. Tres horas después ya les advirtieron de que no podrían volar en el día. «El aeropuerto de Villanubla cierra a las diez de la noche y ya era imposible llegar, y en Madrid no podíamos aterrizar si no era por un problema de emergencia», señala Hermoso.
«Entre las ganas de llegar y el cansancio ya por las vacaciones, pues sí que hubo ratos que la gente se puso un poco tensa», rememora. Cuatro autocares les recogieron en el aeropuerto de Antalya y los llevaron a un hotel, donde pudieron disfrutar de una cena tipo bufete y de unas horas de descanso en las habitaciones.
«Confío mucho en los compañeros del sector y sabía que nos traerían lo antes posible y que las compañías no nos iban a dejar tirados. Pero, queremos que todo se haga rápido y las cosas llevan su tiempo», argumenta. Llegaron al hotel a las once de la noche y a las tres de la mañana se levantaron para llegar pronto y tramitar aduanas y maletas.
El último susto llegó sobrevolando Villanubla este jueves por la mañana, ya que un primer intento de aterrizaje fue abortado por la niebla y el viento. Pero a la segunda fue la vencida. Y por fin ya estaba en casa.
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