Unas olimpiadas a prueba de fe

El objetivo de esta iniciativa era doble. Por un lado, destacar el valor que la asignatura de Religión tiene en la formación integral de los alumnos y por otro lado, ofrecer una plataforma más allá de las aulas para que los estudiantes demuestren su conocimiento y pasión por la materia, en un entorno lúdico y competitivo. «La jornada la organizamos los profesores y va dirigida a los alumnos desde 5º de Primaria a 2º de Bachillerato que cursan Religión Católica», subraya Yolanda Sánchez, coordinadora de Relicat Games en Valladolid y profesora de Religión en Zaratán y Tordesillas. «Queríamos una excusa que nos sirviera para unir a todos los que cursan e imparten Religión Católica, que somos muchos, aunque a veces la presencia de los colegios es pequeñita. Estas olimpiadas son lo mejor para juntarnos», prosigue.

El sábado el Seminario vivió un día grande. Los padres acudían a llevar a sus hijos y les esperaban mientras participaban en las pruebas. Los profesores lo organizaban todo y mientras, los niños, lo disfrutaban a lo grande. Sobre todo se notó en el ímpetu con el que todos cantaron el himno de estas olimpiadas, acompañados por la música de una guitarra. Tras unos pequeños juegos introductorios que sirvieron de toma de contacto, los niños acudieron a las aulas para hacer la prueba individual que constó de 60 preguntas tipo test, adaptadas a cada nivel educativo y que trataban sobre los tiempos litúrgicos, las parábolas y sobre la vida de Jesús. Los colegios e institutos que mejores puntuaciones consigan, pasarán a la siguiente fase, que se desarrollará por equipos el próximo 16 de marzo y que constará de diferentes desafíos creativos.

«Relicat Games es una oportunidad increíble para que nuestros alumnos pongan a prueba lo que han aprendido en clase y que a la vez se diviertan. Todos han venido muy ilusionados y con ganas de compartir la jornada con compañeros de otros centros educativos. Es un día festivo en el que se crea un ambiente de sana convivencia y compañerismo entre alumnos, profesores y familias», comenta Rosa Sandoval, profesora del CRA El Páramo en Villanubla. Ella acudió con sus 21 alumnos de 5º y 6º de primaria. Se habían preparado a fondo. Llevaban hasta una pancarta y lucían todos la misma camiseta roja. «Ésta es una excelente manera de promocionar la asignatura, implica mucho trabajo previo en el colegio para preparar la prueba. A las familias les enviamos una carta informativa en la que les animábamos a participar. Una vez por semana organizamos un recreo Relicat Games con juegos para trabajar los contenidos de su nivel. Es muy importante el apoyo del equipo directivo y de los compañeros de claustro en todos estos preparativos. Al final, todo ese esfuerzo merece la pena porque los niños disfrutan muchísimo y nosotros, los profesores, también», añade esta docente.

Rebeca Díez, Profesora de Religión del CEIP García Lorca, Carmen Hernández, del CEIP Ntra. Sra. Del Villar de Laguna de Duero y Begoña Mancebo del CEIP Parque Alameda, también se lo pasaron en grande. Estas tres docentes llevan participando en esta competición desde hace ya cinco años y aseguran que «los alumnos vienen muy contentos y a nosotras nos ayuda a preparar las clases de forma más lúdica y con actividades interactivas. Los padres también están encantados y muy agradecidos de que involucremos a sus hijos en estas iniciativas».

Los chavales salían comentando cómo les había ido en la prueba y comparando las respuestas que habían dado para hacer sus cálculos. La mayoría salían satisfechos. Entre ellos, Alvar Cardillo, que estudia 6º de Primaria en el CRA El Páramo de Villanubla. A él el cuestionario le pareció «muy fácil». Venía bien preparado. «Como hemos practicado mucho en los recreos, me las sabía casi todas. Creo que sacaré buena nota. Además ha sido muy divertido y he conocido a muchos niños», aseguraba satisfecho. «Una de las preguntas me ha parecido muy interesante. Nos preguntaban que qué era la Paz y yo he contestado que la Paz consistía en amarnos todos sin excepción ninguna. Creo que la tengo bien», concluye.