Varios turistas prestan atención a las indicaciones en un puesto de información en la Plaza Mayor. Ó. SJ. H.

La ocupación hotelera en Valladolid roza el lleno en los días grandes de Pasión y mitiga un mal invierno

Las reservas en restaurantes, al 75% en general durante el día de ayer, continúan pendientes del tiempo, que amenaza con lluvias y nubosidad las jornadas del Viernes y Sábado Santo

Ó. SJ. H.

Valladolid

Viernes, 30 de marzo 2018, 12:33

Amaneció un Jueves Santo traicionero porque tuvo de soleado lo mismo que de frío. No obstante, y a pesar de que el abrigo limita los movimientos, no faltó actividad en las calles de Valladolid, cuya capital roza estos días grandes de Pasión el lleno total en la ocupación hotelera, lo que puede ayudar a mitigar las sensaciones de un mal invierno. El negocio de la restauración nota las mismas buenas vibraciones que los hoteles, aunque con algo más de cautela y mirando al cielo.

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Las cifras de reservas durante el día de ayer en los restaurantes del casco histórico, después de una mañana que arrancó más floja de lo esperado en comparación con años anteriores, acariciaron el cartel de completo y se situaron en general en torno al 75 por ciento. No obstante, los hosteleros continúan pendientes de un clima que a lo largo de hoy amenaza chuvascos y puede terminar aguando la fiesta.

«Económicamente son días importantes, con una ocupación bastante similar a la de años anteriores»

El negocio de unos y otros depende de la afluencia, y esta no faltó. Grupos más o menos dispersos de turistas se dejaron ver por las principales arterias del centro de la ciudad durante toda la jornada. Brillaron con luz propia las procesiones matinales –de innegable atractivo turístico por su tradición–, y también lo hicieron los puestos de información turística acertadamente repartidos en algunos de los puntos estratégicos de mayor confluencia, como fueron la Catedral, la plaza de la Universidad o los alrededores de la Plaza Mayor.

Las colas de personas esperando para visitar las tallas y los pasos en el interior de algunas de las iglesias fue la norma, con decenas de turistas –y vallisoletanos– que hicieron acto de presencia a las puertas de La Antigua o de la Vera Cruz. El turismo que pudo verse fueron en su mayoría familias completas aprovenchando los días festivos para conocer la ciudad, y mostró poca concentración a pesar de ubicarse en su mayor parte en la zona centro.

Optimismo variable

María José Hernández, presidenta de la Asociación Provincial de Hostelería de Valladolid, aseguró que el sector –recién salido de una amenaza de huelga que pudo paralizar la actividad durante los días de Pasión– tiene una sensación de optimismo variable que depende del clima. «Estamos pendientes de la lluvia, el sentir general es ese», manifestó. «El Jueves Santo no ha empezado mal, aunque es verdad que un poco más flojo que otros años».

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Hernández apeló a los altos índices de ocupación hotelera y al elevado «turismo de interior» que recibe Valladolid para relativizar la congoja que experimenta la restauración ante la amenaza meteorológica. Durante parte de la mañana, las terrazas de la zona centro lucieron, tal vez, algo más vacías que los días de atrás, con temperaturas más primaverales. Sin embargo, y a pesar de que «muchos turistas van y reservan sobre la marcha», las reservas en restaurantes de la zona centro estuvieron cerca del lleno total.

«El Jueves Santo no ha empezado mal, aunque es verdad que un poco más flojo que otros años»

Quienes disponen aún de menos espacio son los hoteleros. «Estamos prácticamente al cien por cien de ocupación en la capital», afirmó el presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos de Valladolid, Francisco de Frutos, quien aseguró que «en la provincia es diferente y se localiza más en las zonas de elevada ocupación, solo las más turísticas». «Para nosotros son días importantes económicamente y además nos sirven para poner el broche a la temporada más fría y abrir la de buen tiempo», recordó.

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El lleno casi total en hoteles puede revertir positivamente en la restauración, además de ayudar a revertir las sensaciones de un invierno nefasto, que se saldó con muchas cancelaciones y sin grandes eventos que llenasen las plazas, como ya lamentaron desde la asociación el pasado mes de febrero. «Muchas reservas en hoteles para estos días se hacen de un año para otro», aseguró de Frutos, para quien resulta complicado precisar qué porcentaje de ese lleno procede del turismo de exterior. «Lo imporante es que a pesar del tiempo hay buenas cifras». Los precios de las reservas para las que aún hay sitio oscilan estos días entre los 80 y los 120 euros, «dependiendo de la zona y el momento».

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