Aspecto de las terradas de la Plaza Mayor en la mañana deldomingo. CARLOS ESPESO
Coronavirus

La hostelería de Valladolid empieza a recibir reservas y espera una lenta recuperación del turno de noche

La mejoría registrada desde que reabrieron los interiores se irá consolidando, confían, con la posibilidad de retomar las cenas

Domingo, 9 de mayo 2021, 20:40

Para los restaurantes vallisoletanos, el esperado día D –el domingo del fin del estado de alarma– no constituía una jornada trascendental en sí misma, sino ... que su importancia viene por lo que tiene de puerta de entrada en una nueva era. Por eso cruzan los dedos para que esta vez no haya marcha atrás.

Publicidad

Después de casi quince meses, el estado de alarma ha decaído en un día en el que la actividad se reducía ya en la antigua normalidad y en el que la gente no sale a cenar. Como guinda de la situación, el clima primaveral se truncó a la hora del aperitivo y espantó a la clientela.

Los establecimientos consultados hablan de una pequeña mejoría en el tiempo transcurrido desde que el pasado martes tuvieron permiso para abrir los interiores con un tercio de aforo y, sobre todo, expresan su confianza en que las reservas repunten en las próximas jornadas.

Porque ahora ya todos funcionan con 'cita previa'. Por el momento, quienes se presenten de sopetón en busca de una mesa no tienen apenas posibilidades. Consumir en la barra sigue estando prohibido y en cuanto a los comedores, donde antes comían diez, ahora comen tres. Desde el día 4 ya era posible la entrada en bares y restaurantes hasta el toque de queda de las 22:00, una hora que no ha dado margen para las cenas. Ahora, con la ampliación hasta la medianoche, ya sí.

Publicidad

«No nos queda otra que organizarnos semana a semana cada lunes y confiar en que no vuelva a haber novedades que nos lo desbaraten todo», comentaba Gabino González a la puerta del restaurante que lleva su nombre. Sin posibilidad para desplegar terraza, el suyo es uno de los establecimientos más vapuleados por las restricciones de la pandemia. «Ojalá ahora tengamos las pautas objetivas que no nos han dado hasta ahora», añade este cocinero que hasta Navidad sobrellevó la situación «más o menos bien», pero que ha sufrido los vaivenes posteriores como algo «catastrófico».

En 15 meses ha recibido una ayuda de 3.000 euros y ha tenido 15 recibos –alquiler, luz y demás gastos– de 2.500 cada uno.

Miedo a una vuelta atrás

Desde la Asociación Provincial de Hostelería recuerdan que el descenso en la facturación ha sido generalizado y dan por descontado que seguirá produciéndose, si bien esperan que con una menor gravedad. «Seguimos expectantes y seguimos demandando pasos adelante que nos lleven a un funcionamiento normal de nuestros negocios». Para la agrupación, la extensión de la apertura hasta las doce de la noche supondrá «un importante balón de oxígeno para los empresarios del sector». No están de acuerdo sin embargo con las restricciones que marca el 'semáforo anticovid', según el cual volverían a cerrarse los interiores si se supera el índice de 150 casos por 100.00 habitantes en un plazo de 15 días.

Publicidad

«Volver a cerrar por una hipotética incidencia de 151 casos no parece algo razonable», señala Jota Taboada, del restaurante Los Fogones de Jota, quien tampoco ha podido echar mano del recurso de la terraza. «Ya hemos vivido tres marchas atrás y, por esta experiencia, la actividad va arrancando poco a poco, a partir de la segunda semana que es cuando la gente empieza a animarse». En su caso, un crédito del ICO le ha ayudado a sobrellevar la situación, ya que la solución de la comida para llevar funciona de manera muy impredecible.

«Tener que volver a cerrar el interior por una hipotética incidencia de un caso más de 150 no parece algo razonable»

Quienes sí se mostraban por la mañana dispuestos a abrir un domingo por la noche eran los dueños del restaurante griego Pitas, también sin terraza. «Esto es un negocio familiar y estamos dispuestos a todo con tal de volver a la normalidad», comentaba David con las manos en la masa y optimista por la recuperación del turno de noche.

Publicidad

A mediodía de ayer, mientras los empleados de bares y restaurantes disponían mesas, sillas y toldos, las terrazas del centro de Valladolid presentaban un ambiente de jóvenes ojerosos tomando café junto a otros que pedían el aperitivo. Poco después, la lluvia (que por la tarde fue granizo) volvía a vaciar las calles.

Un pequeño sondeo entre los establecimientos de hostelería del centro arrojaba la conclusión de que la semana con sus novedades ha resultado positiva, sobre todo comparada con las anteriores. Aun así, sacar a todos los empleados de su ERTE resulta complicado con las limitaciones de aforo. Además, están 'escaldados' tras los sucesivos alivios de las restricciones con marcha atrás y, por otra parte, la respuesta de la clientela sigue siendo incierta.

Publicidad

Hoy mismo, la Junta informaba de que el interior de la hostelería continuará cerrado en Burgos, León, Segovia y Soria, además de Ponferrada, debido a la incidencia acumulada de casos.

Entrada de misa de 12 en San Benito. CARLOS ESPESO

El culto religioso se acerca a la normalidad

Para la rutina litúrgica de los templos de la capital, el final del estado de alarma en domingo no supuso una gran novedad. Después de la experiencia de tener que cerrar las puertas cuando había 25 personas en el templo, independientemente de las dimensiones de la iglesia, ahora no existen más limitaciones de aforo que la distancia interpersonal de 1,5 metros, para lo que hace tiempo que señalizaron las bancadas. Incluso en las misas más concurridas, como la de una en San Benito, los feligreses cumplieron las pautas religiosamente.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad