Las hazañas del policía apuñalado: el rescate de una niña y la detención de un agresor

Antes de esta actuación, en la capital palentina sobresalen dos hechos que engrosan sus heroicas intervenciones que evitaron sendas tragedias.

En junio de 2018, David V., acompañado de otros tres agentes, localizaron en la vía pública a una niña de 2 años que había salido de un vehículo estacionado en la capital palentina. La menor, que había permanecido dentro del coche durante una hora y media mientras su tío se encontraba en un establecimiento de juegos, deambulaba por la calle con evidentes síntomas de deshidratación, estando incluso a punto de ser atropellada.

Ese día la Policía Nacional, gracias a la colaboración ciudadana, fue alertada de la presencia de una niña de muy corta edad en situación de desamparo. Rápidamente, varios agentes, entre los que se encontraba David V., se movilizaron y localizaron a la menor, descalza y con sus pequeñas botas de la mano. La niña había salido por su cuenta del vehículo de su tío, que se encontraba aparcado mientras él jugaba durante hora y media a las máquinas tragaperras en un local.

Los agentes trasladaron a la Comisaría a la menor, que se encontraba muy acalorada y sedienta. Allí fue atendida por los agentes, que cuidaron e hidrataron a la pequeña mientras se hicieron las diligencias. El tío de la niña, que se personó en la Comisaría cuarenta minutos más tarde, fue detenido por abandono de menores.

Su otra gran intervención le traslada a febrero de 2012, también la capital palentina, cuando varias llamadas alertaron de una presunta agresión de un hombre a una mujer que estaba con un niño en la zona de carga de una superficie comercial en la capital palentina.

Hasta allí se desplazó David V. con otros compañeros cuando otra llamada alertaba de que la mujer se había refugiado en un bar próximo. Allí acudió la Policía, que localizó a la víctima, sin que esta dijese nada de lo sucedido. Fue trasladada hasta el Hospital Río Carrión de Palencia, donde se comprobó que la mujer había sufrido nueve puñaladas en la espalda y en el abdomen, una de ellas afectándole el bazo.

Mientras, los agentes, alertados por testigos, acudieron a un domicilio de la calle Francisco Vighi, donde detuvieron al presunto agresor, sin que este ofreciera resistencia. En ese domicilio, en el que tiene su residencia el padre del presunto agresor, es donde se originaron los hechos. Allí se hallaban el hombre, de 43 años, y su pareja, de 30, que residían en La Coruña pero que se encontraban en el piso del padre del presunto agresor.

Allí se desencadenaron los hechos, que prosiguieron en la zona de carga de una gran superficie comercial, con el apuñalamiento del hombre a la mujer, en presencia del hijo de 10 años que tienen en común. La mujer se refugió en un bar de las inmediaciones con su hijo y allí fue localizada y atendida, sin que quisiera dar explicaciones sobre cómo sucedieron los hechos. Ya en el hospital, se comprobó las graves heridas que presentaba, con nueve puñaladas en abdomen y espalda, de las que fue operada.

Del menor se ocupó una hermana de la mujer, mientras que la Policía Nacional detenía poco después al presunto autor de la agresión en el domicilio de su padre por un supuesto delito de violencia machista. Una intervención que aún recuerdan al acceder a la vivienda del padre sin saber si el presunto agresor se hallaba en el interior. Y así fue. Tras acceder, David V. y otro policía entraron en una habitación en la que no había luz al estar desenroscada la bombilla. Con linternas, encontraron debajo de la cama al presunto agresor.