El hartazgo de la hostelería de Castilla y León augura un alud de reclamaciones por el toque de queda anulado
Los empresarios insisten en pedir unas ayudas que consideran «tardías» e «insuficientes» para salvar al sector de la ruina
Treinta y un días con un toque de queda que se anticipa ilegal, a la luz de los argumentos jurídicos del Tribunal Supremo, ... a dos horas diarias de menos, 62 horas sin facturación. Multiplicado por los locales que aún decidieron abrir y aliñado con el hartazgo de un sector que aún espera «las ayudas que iban a ser destinadas para acondicionamiento de terrazas» y por las subvenciones directas que «al ritmo de peticiones que ya existen» amagan con quedarse cortas, igual a una cascada de reclamaciones que el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco tendrá que afrontar si se cumplen los augurios de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León. Una entidad que incluso pide «responsabilidades políticas» por el daño causado al sector. «Esta decisión adoptada por el presidente de la Junta de Castilla y León nos obliga a advertir de la importante cantidad de reclamaciones que se pueden producir en un breve espacio de tiempo, y al mismo tiempo nos lleva a exigir responsabilidades políticas al Gobierno Regional, por una decisión que no hace más que dañar aún más el ya deteriorado empresariado del sector de la hostelería».
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La decisión de acatar el auto del Supremo y al mismo tiempo decretar el cierre de las actividades no esenciales a las ocho de la tarde, con 24 horas de retraso por la publicación obligada en el Boletín Oficial de Castilla y León, llevó el martes al colmo de lo paradójico. Anulado el toque de queda a las 20 horas, la norma que prevalece es el decreto de estado de alarma, que el día 9 de noviembre, última vez que se actualizó, estipulaba la «limitación de la libertad de circulación de las personas en horario nocturno […] entre las 23 y las 6 horas». Muchos hosteleros cerraron a las 22 porque desconocían que dispusieran de esa hora a mayores. Antonio González, de Los Zagales, se queja de que existe «mala comunicación»y se genera «desconcierto» en los hosteleros. «Y respetamos que sea por el bien sanitario, pero si hay expropiación de mi trabajo debe haber indemnización y nunca se ha hablado de esas compensaciones», advierte. Y en la misma línea se expresa Eduardo Vicente, de Pispás. «Que cierren, si es importante para frenar la pandemia, pero que indemnicen, como están haciendo en Francia, Alemania...».
«Lo de las 20 horas conmina a pedir por las 'apps', que además tienen comisiones»
ALFONSO MANZANO, CAROBA
Dentro del sector, además, cada tipo de establecimiento estima los perjuicios provocados por las dos horas de menos de apertura en función de unos criterios. Para restaurantes como Caroba, que solo sirven para recogida y para llevar a casa, la clave para aferrarse a una pequeña ganancia es que el cliente recoja en el local en lugar de pedir a través de las 'apps' de reparto a domicilio. «Lo de las 20 horas ha sido desastroso porque por las noches conmina a que la gente pida por las plataformas de reparto, que además tienen comisiones. Y es dramático», dice Alfonso Manzano. «A partir de hoy podemos estar abiertos para que la gente recoja, normalmente estamos abiertos hasta las 11 y se pueden acercar, intentamos hacer promociones para que la gente venga a recogerlo. Es complicado, y más en el centro», admite.
«La noche es el 50% de la facturación en los sitios que han abierto»
ANTONIO GONZÁLEZ, LOS ZAGALES
Quienes tienen terrazas, como Eduardo Vicente, consideran que las dos horas de menos durante el último mes han sido muy dañinas. Porque no se trata de ganar mucho más, y menos con la cantidad de días de lluvia que ha habido, sino de rascar todo lo que se pueda para minimizar el daño. Y para eso es vital aprovechar cualquier resquicio, como el pasado fin de semana. «Afecta mucho, las horas buenas son de seis a ocho y si se puede hasta las diez. Ayer -por el martes- trabajamos bien hasta esa hora, pero nos dan una de cal y otra de arena, es un despropósito. Este fin de semana, si hubiéramos tenido esas dos horas, habríamos notado una diferencia abismal», señala Eduardo Vicente.
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«El fin de semana pasado, con esas dos horas, la diferencia habría sido abismal»
EDUARDO VICENTE, PISPÁS
Antonio González calcula que las pérdidas por no poder abrir en un horario nocturno razonable «pueden ser el 50% de la facturación de este mes en los sitios en los que hayan abierto, porque por las noches se facturaba tanto por la mañana». Con una derivada más. Algunos, al no poder abrir por la noche, no veían la rentabilidad a abrir también por la mañana, así que el cierre parcial les ha llevado al cierre total y a no tener ingresos.
«Nosotros nos situamos en septiembre, a ver si podemos empezar con condiciones»
JOSÉ MARÍA MORENO, ASKLEPIOS
Otro de los ámbitos afectados es el del ocio nocturno. Chema Moreno, de Asklepios, aprovecha para pintar el local tras once meses de cierre. «Las alternativas que proponen son estrafalarias, no puedes rehabilitar una discoteca de 500 metros cuadrados para dar cafés 'take away'. Tenemos dos bares encima de la discoteca, pequeños, y están vacíos. Mucha gente abre a pérdidas, soy el presidente del sector de discotecas y nuestro sector va al margen del resto porque estas medidas no nos afectan, nos da igual las ocho, las diez, las doce», dice. No confía en que puedan recuperar una cierta normalidad antes de que pase el verano. «Nosotros nos situamos en septiembre, a ver si podemos empezar con ciertas condiciones, conciertos por la tarde...», explica.
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Noventa mil personas trabajan en el sector hostelero de Castilla y León, según la Confederación de Hostelería y Turismo. El sector, que reclama ayudas en todo el país, no acaba de obtener lo que necesita para sobrevivir, según los cálculos de Hostelería de España. Aseguran que solo Baleares, Cataluña, Galicia, La Rioja y Murcia habían pagado las ayudas que habían anunciado. Castilla y León, pese a ser uno de los territorios en los que el sector ha permanecido más tiempo cerrado -por encima de los 100 días- no se encuentra en ese listado.
Hostelería de España ha animado a sus asociados a solicitar indemnizaciones por el cese de sus negocios durante la pandemia. Y a esas peticiones, que pueden darse por igual en todos los puntos de España, se sumarán en Castilla y León las de quienes reclamen por el daño causado por el toque de queda si el Tribunal Supremo, cuando entre al fondo del asunto, resuelve que fue ilegal. Algo que, a juzgar por los argumentos que ofreció en su auto de suspensión cautelar, tiene visos de suceder. «Estamos convencidos que el próximo 23 de febrero se prorrogarán las medidas y seguiremos siendo la diana donde lancen sus dardos los componentes del Ejecutivo Regional», lamentan los hosteleros de Castilla y León.
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El largo e incierto camino para reclamar
Alfonso Fernández Mañueco habló de «meses» hasta que resuelva el Tribunal Supremo sobre la legalidad del toque de queda. En ese momento será cuando los hosteleros puedan reclamar por «lucro cesante», aunque tendrán que acudir primero con su petición a la propia Junta. Si la cuantía es superior a los 6.000 euros, se derivarán al Consejo Consultivo. Si se desestiman, será el momento de acudir al contencioso-administrativo. El proceso obliga a recurrir de forma individual y acreditando muy bien las pérdidas. Hostelería de España ha creado una web para calcular el importe que se puede reclamar por pérdidas durante el estado de alarma.
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