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El edificio de la argolla afronta su reparación tras la caída de cascotes de 2019Uno de los edificios de la plaza del Ochavo, ubicada en el acceso a Platerías entre las plazas de Poniente y de Fuente Dorada, afronta ... la rehabilitación de su fachada. En concreto, se trata del conocido como el de la argolla, por el detalle que cuelga entre sus soportales. Es el mismo bloque de donde hace cinco años, en junio de 2019, cayeron varios cascotes de gran tamaño sobre la terraza del establecimiento ubicada justo debajo del edificio. El suceso dejó dos mujeres heridas, una española de 39 años y una estadounidense de 22, que sufrieron magulladuras en piernas y brazos por el impacto de los restos que se desprendieron de la fachada. Los cascotes desprendidos superaban los cuatro metros de longitud y cayeron desde los marcos de las ventanas del bloque, donde funcionaban como elementos decorativos.
El desprendimiento obligó a la retirada de estos detalles en toda la fachada, ya que los mismos elementos rodeaban las 27 ventanas del edificio, así como los márgenes que separan cada una de las tres plantas. Desde entonces, el bloque ha permanecido con estos elementos desnudos y durante este tiempo se apreciaban los pegotes adhesivos que antaño mantenían sujetos los embellecedores, fabricados en hormigón. Al final, como medida de precaución se retiraron todos los existentes, al menos los que pertenecían al portal número 2 de la plaza del Ochavo, donde se produjo el desprendimiento. En su día, los vecinos de las casas aledañas de Platerías pidieron que se revisaran los embellecedores de sus viviendas –los mismos que los que cayeron– para prevenir otros desprendimientos, si bien estos se mantienen un lustro después del incidente.
Y también ha sido cinco años después cuando ha comenzado la rehabilitación de la fachada, que esta semana ha comenzado a ser visible con la instalación de un andamio que ya oculta la portada del inmueble para acometer su reparación. La última rehabilitación que vivió este edificio se produjo entre los años 2008 y 2009 por el Ayuntamiento, a través del Área de Rehabilitación Integral (ARI) de Platerías y los entornos de la catedral. La reforma se realizó de forma simultánea en cuatro fachadas del entorno, donde también se acometió la rehabilitaron en dos bloques de Platerías y en otro en Conde Ansúrez, con un presupuesto de 140.560 euros, momento en el que se instalaron los detalles que se deprendieron hace cinco años.
Estas no han sido las únicas intervenciones que ha sufrido esta fachada, ya que en el año 1999 tuvo que afrontar un cambio de rostro. De ahí que los edificios de esta zona tengan el mismo color, en concreto un rojo almagre. Igual que en la Plaza Mayor. No es casualidad, ya que la normativa municipal obligaba a este homogeneidad en las calles Cebadería, Especería, Ochavo, Vicente Moliner y Fuente Dorada. También cabe destacar que en Platerías, ante el riesgo de derrumbe de uno de sus edificios, ya restaurados, se apuntaló con un gran andamio el portal número 14 de la vía ante el posible riesgo de desplome. Es decir, es un entorno que ha vivido constantes reformas.
Una vez finalicen los trabajos, la fachada del edificio de la argolla volverá a mostrar el aspecto previo al del desprendimiento, momento en que volverá la homogeneidad con el resto de edificios colindantes de Platerías, que todavía mantienen estos embellecedores. Mientras, en la Plaza Mayor también prosiguen los trabajos para la rehabilitación de la fachada del bloque del Banco Santander, que permanece escondida tras los andamios y un trampantojo -que asemeja la estructura del edificio- desde finales del mes de julio, cuando iniciaron las labores de restauración de la totalidad de la portada.
Valladolid está llena de detalles y en Platerías hay dos que lo confirman. Son dos argollas que cuelgan de dos edificios de esta calle. Una de estas se encuentra al final de la vía, junto a la iglesia de la Vera Cruz, en el edificio más antiguo de Valladolid. Y la otra cuelga de la fachada del número 2 de la plaza del Ochavo, el bloque que será rehabilitado. Un elemento que también da nombre al bar que se encuentra junto a los soportales de la vivienda. El uso más práctico que se ha dado a estos elementos es que en su día servían para colocar los palios durante las procesiones de Semana Santa, lo que tendría sentido por la ubicación de las mismas, junto a la Vera Cruz. Eso sí, hay una leyenda más dramática que dice que de las argollas colgó la cabeza decapitada de Álvaro de Luna, ajusticiado en la Plaza Mayor acusado de tiranía, usurpación de la corona y enriquecimiento personal.
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