El club de Medina en el que se cometió un doble crimen reabre con todas las licencias

El club de alterne Las Vegas, más conocido por los medinenses y comarcanos como Los Negrillos (nombre de los olmos que hay situados en las laderas del club) ha reabierto sus puertas tras permanecer precintado y cerrado debido al trágico suceso que ocurrió en octubre pasado, cuando varios individuos a cara descubierta irrumpieron en el interior del local y tirotearon a poca distancia al propietario del club, M. E. G, un varón de 43 años de edad, y la joven de 25 años L.M.G, que desempañaba las funciones de camarera y era de nacionalidad rumana.

El club, que al parecer ha reabierto sus puertas recientemente, cuenta con todas las licencias oportunas, tal y como aseguraron ayer fuentes municipales, que destacaron que «el local tiene una licencia de bar de las antiguas, con una duración en el tiempo muy prolongada, por lo que con ese permiso puede abrir sus puertas».

Las Vegas, que se popularizó tras el doble crimen, es un local de unos 80 metros cuadros situado a las afueras de Medina del Campo, junto a una de las ermitas del municipio y varios establecimientos hoteleros. Tras los asesinatos, muchos fueron los que denunciaron el estado de insalubridad del local, ya que además de poseer pocos metros cuadrados y muchos recovecos en su interior, la parte inferior estaba formada por varias cabinas viejas de camiones, a las que los sucesivos propietarios del local habrían dado varios tratamientos aislantes para acondicionarla como una zona más del club de alterne.

Por el momento, se desconoce si el local permanecerá abierto al público más días y si Sanidad realizará la pertinente inspección para comprobar in situ si el local cumple con la normativa sanitaria.

«Cutre»

Al parecer, el último propietario del local, M.E.G, regentaba el club desde hacía algo más de un año y medio antes del fatídico suceso. Tras realizar un lavado de cara, pintando los escasos ocho metros de fachada en blanco y rojo y colocando lucecitas de colores, también en grana, Las Vegas reabrió al público con cuatro mujeres de nacionalidad rumana (tres trabajadoras y una camarera) y el propietario, al que según varios vecinos de la zona que frecuentan la antigua Nacional 6 para pasear era habitual verlo en la puerta, sentado en una silla de plástico.

El local tenía una orden de desahucio que según fuentes judiciales se habría ejecutado en un plazo inferior de dos semanas tras el doble crimen.

Además de contar con una pequeña explanada en la que apenas podrían estacionar tres vehículos, el club cuenta en su haber con un huerto al que se podría acceder desde una puerta lateral y una pequeña caseta de suministros (gas y contadores). Según el Ayuntamiento, esta infraestructura de aspecto «decadente y cutre» contaría con todas las licencias pertinentes para su apertura. El local ha cambiado el letrero el nombre, aunque el aspecto exterior sigue igual.