Las mínimas se acercan al umbral del sueño

Esta tarde se han alcanzado las temperaturas más altas de todo el año. Valladolid ha sido la ciudad que más calor ha soportado ya que el termómetro ha llegado a alcanzar los 37 grados al comienzo de la tarde.

A pesar de ello, el calor es uno de los agentes externos que más pueden perturbar el sueño y por eso es más difícil descansar durante las noches de verano. Para evitar las situaciones de insomnio debido a esta causa es recomendable seguir una serie de pautas que disminuyan tanto la temperatura corporal como la del dormitorio.

Lo primero que hay que hacer es cenar de manera poco copiosa y hacerlo fundamentalmente con ensaladas, pastas o lácteos. Es aconsejable que se realicen al menos 2 horas antes de acostarse y que se acompañen con abundante agua para favorecer la hidratación. Además se deben evitar las bebidas alcohólicas porque producen una falsa sensación de refresco que puede llegar a provocar un golpe de calor.

Otra de las cosas que hay que evitar antes de dormir es realizar cualquier tipo de actividad física ya que lo único que hace es aumentar la temperatura interna. Lo aconsejable es evitar la práctica de ejercicio durante las tres o cuatro horas antes de irse a dormir aunque sí se puede realizar alguna actividad física moderada, como dar un paseo después de cenar ya que al mismo tiempo, acelera y remata el proceso digestivo.

Para refrescar la habitación no es recomendable utilizar en exceso el aire acondicionado, sobre todo a temperaturas muy bajas o si no tiene los filtros limpios ya que puede resultar dañino. Lo ideal es ventilar bien el dormitorio durante la mañana y dejarlo en penumbra, con las persianas o los toldos bajados para que se mantenga una temperatura más fresca en el habitáculo. A la hora de irse a dormir es aconsejable utilizar ventiladores que muevan el aire y no apunten de forma directa a la persona.