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POR ENCIMA DEL ARO

La importancia de un pívot

PEPE CATALINA

Martes, 6 de diciembre 2011, 13:38

Solo hace falta echar un vistazo a las estadísticas acumuladas hasta el día de hoy en la Liga Endesa para resaltar el destacado papel que vuelven a tener los pívots. Tras unos años donde lo habitual era que la mayoría de las clasificaciones estadísticas estuviesen dominadas por escoltas anotadores, en estos momentos son los jugadores interiores los que más destacan. Sin ir más lejos, en el ranking de los quince más valorados doce son jugadores interiores, y de ellos ocho son 'cincos' o pivots natos. En la de anotadores también destacan sobre los jugadores de perímetro, con lo que queda clara la tendencia de esta temporada.

Seguramente esto sirva para que el Blancos de Rueda lamente la mala fortuna que viene arrastrando precisamente con este puesto. Desde que quedó patente que Bagaric no era el adecuado y que necesitaban a otro en su lugar, los rivales no han necesitado mucho tiempo para preparar los partidos haciendo especial incidencia en esa patente debilidad. Sin contar con el del Barcelona, cuya superioridad es evidente de cualquier modo, es significativo constatar como en los enfrentamientos contra rivales directos como el CAI Zaragoza, UCAM Murcia y Assignia Manresa, su jugador más destacado haya sido su 'cinco' titular , aprovechándose de la poca oposición encontrada, firmando en todos los casos un gran partido. Además, las dos victorias que han acumulado hasta ahora han sido curiosamente, casualidad o no, frente a dos equipos, Lagun Aro Guipúzcoa y FIATC Joventut, que no contaban con un jugador dominante cerca de la zona.

Y es que cuando parecía que lo peor ya había pasado con la llegada de la viabilidad económica, el proceso de consecución de la misma ha dejado, sin querer, efectos colaterales que han hecho que la vida siga sin ser nada fácil para el club vallisoletano. En verano tenían atado a James Augustine, un muy bien fichaje, pero el por entonces conflicto abierto con la FIBA recomendaba el no aceptar la famosa clausura de arbitraje en caso de disputa que pedían sus agentes para cerrar su contratación. Después se llega a un acuerdo con Eduardo Hernández-Sonseca, pero resulta que en Bilbao no le trataron bien una lesión, no pudo pasar el reconocimiento y se tuvo que operar para curarse en condiciones. Luego termina llegando Bagaric, con su falta de forma por lo tarde de su incorporación y con el famoso problema del transfer bajo el brazo, para una vez resuelto el mismo, el jugador apenas aportase, confesando que no estaba cómodo con su situación y que prefería marcharse a otro equipo. Cuando parecía que habían encontrado una buena solución con el dominicano Jack Michael Martínez, un trámite administrativo creado por la situación de concurso de acreedores ha impedido su incorporación, tras dos largas semanas de espera y confianza en que se pudiese resolver de alguna manera. Ahora está Anagonye, que, aunque no es el ideal porque no está sobrado de centímetros, cuerpo y actitud no le faltan, y al menos tratará de incomodar a los jugadores más altos que él. Lo mismo termina incorporándose en el futuro cercano Hernández-Sonseca u otro similar, pero mientras no encuentren a alguien que les de buen rendimiento en esa posición las posibilidades de victoria serán menores. Esto no quiere decir que el resto de jugadores interiores y los de perímetro no sean capaces de poder ganar partidos, porque ya han demostrado que pueden hacerlo. Pero también se han quedado a muy poco de haber sumado dos o tres victorias más de haber contado con la presencia de ese más que necesitado pívot, que, aparte de ser un efectivo más, les hubiese aportado seguridad y el imprescindible equilibrio, tanto en defensa como en ataque.

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