Intervenidas 544.000 cajetillas de tabaco tóxico enviadas a Valladolid

Las cajetillas parecían legales, contaban con el pertinente sello oficial y lucían la advertencia sobre los efectos nocivos del tabaco -con mensajes un tanto caducados, eso sí, anteriores a las actuales fotografías de cadáveres, pulmones y demás-. El problema estaba en los propios cigarrillos. Un análisis demostró que eran mucho más tóxicos de lo normal e, incluso, que contenían metales pesados.

Los agentes de la Agencia Tributaria intervinieron este lunes en una nave de Palencia un cargamento de 544.000 paquetes con estos cigarrillos procedentes de China, y elaborados allí, que llegaron a España por vía marítima a través del puerto de Barcelona y cuyo destino final, al menos para los intermediarios, era la provincia vallisoletana.

La operación, poco habitual en esta comunidad, fue llevaba a cabo por funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria después de detectar el envío de un cargamento sospechoso que atribuyeron a una red nacional dedicada a colocar en el mercado negro cajetillas de tabaco falsificadas. Los contrabandistas declararon que el contenedor en cuestión, que llegó al puerto catalán el pasado fin de semana, contenía en realidad objetos decorativos -figuritas y marcos de fotos-. Los agentes 'tragaron' y permitieron que se llevara a cabo «una entrega controlada» para sorprender a los integrantes de la trama.

Y así llegaron el lunes hasta una nave de las afueras de Palencia en la que vieron descargar las cajas y en la que detuvieron de inmediato a los cinco implicados en la entrega -tres españoles y dos búlgaros-. «El cargamento iba dirigido a Valladolid pero es posible que lo dejaran allí por cuestiones logísticas para luego redistribuirlo por todo el país», apuntan fuentes de la Agencia.

Metales pesados y residuos

En las cajas encontraron los citados objetos de 'todo a cien' sobre un cargamento de 544.000 cajetillas falsificadas de Marlboro con sellos en castellano e inglés -estos últimos iban dirigidos, al parecer, a los turistas británicos en las costas-. El tabaco contenía «niveles muy superiores a los permitidos» de monóxido de carbono, nicotina y alquitrán, además de metales pesados y residuos orgánicos -por la «falta de higiene» en su elaboración-. El alijo tenía un valor de 1,7 millones a razón de 3,25 euros por paquete.