Las conexiones de la Copa
Jugadores históricos del CB Valladolid recuerdan otras ediciones de la competición y los puntos de unión con el pasado
ARTURO POSADA
Martes, 8 de febrero 2011, 02:39
Un largo hilo temporal anuda todas las participaciones del CB Valladolid en la Copa del Rey. De 1977 a 2011, la historia ofrece varios puntos de unión. De José Ángel Martín de Francisco 'Morti', uno de los pioneros del 'basket' vallisoletano en la élite, a su hijo Nacho Martín, gran ala-pívot del tiempo presente. De Miguel Ángel Reyes, participante en la edición de 1988-89, a su vástago Álex, debutante júnior en el último partido del Blancos de Rueda y jovencísimo complemento para la cita de Madrid. Todos recubiertos por el manto de leyendas como Samuel Puente (presente en ocho de las nueve ediciones disputadas) o Lalo García (testigo directo en las dos últimas).
Lalo, que protagonizó uno de los momentos de más fulgor del baloncesto en Valladolid, cree que las metas que ha alcanzado el Blancos de Rueda no admiten parangón. «Sí, yo viví la etapa de Sabonis, la semifinal contra Il Messaggero de Roma, la victoria en cuartos de final de Liga en el Palau ante el Barça de Epi, Norris... Y creo que ahora se ha creado la misma expectación. Pero desde luego 'esto' tiene mucho más mérito que lo nuestro. Lo que está haciendo el Blancos de Rueda Valladolid es tremendo porque lo nuestro no dejaba de pasar por Sabonis y Tikhonenko».
Cantera y veteranos
Lalo García, legendario dorsal número '5', recuerda su primera participación en la Copa del Rey, en Santiago de Compostela, temporada 1988-89. «Jugamos contra uno de los mejores equipos del Barça en toda su historia. Solozábal, Epi, Sibilio, Andrés Jiménez, Audie Norris... No tuvimos opción. Si ese Barça no fue campeón de Europa fue porque se encontró con la Jugoplastika de Kukoc, Perasovic, Radja...»
En aquella época, el entonces Fórum Filatélico mezclaba los nuevos valores con veteranos de mucho recorrido. «El contraste era grande entre los que salíamos de la cantera como Silvano Bustos, Miguel Ángel Reyes, Álex Bento o mi caso, y la gente que estaba en sus últimos años en activo como Pepe Alonso, Quino Salvo o el propio Juanito de la Cruz, que venía del Barça. Los que veníamos de abajo aprendíamos de nuestros mayores entre los que estaban también Samuel Puente y Arturo Seara».
Puente, desde luego, forma parte de las deidades moradas. De las nueve participaciones del CB Valladolid en la Copa del Rey hasta la campaña actual, él estuvo presente en ocho. La atmósfera cuasi mágica que envuelve al equipo actual le devuelve vibraciones conocidas. «Percibo la misma sensación de la primera época, después de subir a la élite y consolidarnos. Un grupo de gente muy integrada en el entorno del club, quizá sin grandes estrellas, donde nadie es imprescindible. Lo que sucedió cuando llegamos aquí jugadores como Arturo Seara, Vicente Lafuente, Morti... Con un entrenador de la casa como era entonces Mario [Pesquera] y ahora es Porfi [Fisac], muy identificado con lo que hay dentro. Entonces también existían dificultades económicas como existen ahora y el club se esforzó con un grupo muy comprometido y que rendía al cien por cien de sus posibilidades».
Otro nudo entre el pasado y el presente lo simboliza la familia Reyes. Miguel Ángel Reyes Sanguino (Cáceres, 1968) se formó en las categorías inferiores del CB Valladolid y vio desde la grada la edición de la Copa del Rey que se disputó en el Pisuerga en diciembre de 1987. «Apenas me acuerdo. Solo de aquel triple de Solozábal en la final...», evoca. En la temporada siguiente, con Pepe Laso en el banquillo, comenzó a tener protagonismo y viajó a Santiago para la Copa del Rey que se disputó a finales de 1988. «Entonces, la Copa no tenía la repercusión mediática de ahora», explica. «Se ha convertido en la competición más atractiva del año y, además, implica un gran sacrificio. Ahora hay que ganar nueve o diez partidos en la primera vuelta para disputarla».
De padre a hijo
Entre los doce jugadores del Blancos de Rueda que viajarán esta semana a Madrid aparece Alejandro Reyes Abad, hijo de Miguel Ángel. Álex debutó el pasado sábado ante el Manresa y logró la primera canasta de su vida profesional: un triple inolvidable. «¡Y yo, que voy a todos los partidos, no pude acudir! No me lo perdonaré nunca», dice su padre sin perder el humor. «Ya me comentado el ambientazo que había y el subidón que le provocó el aplauso de todo el pabellón cuando metió la canasta... Para mí es un fastidio no haberlo visto, pero espero hacerlo en el futuro».
En pleno proceso de formación, Miguel Ángel prefiere no dar consejos a Álex. «Cada vez hablo menos con él de baloncesto. Le puede resultar terriblemente complicado. Afortunadamente, tiene buenos entrenadores que le aconsejan. Verle jugar es lo que más nos gusta. ¿Similitudes entre él y yo? Únicamente me veo reflejado en su pasión por el baloncesto». Miguel Ángel Reyes, que trabaja ahora en una empresa de biotecnología, no se perderá el Blancos de Rueda-Power Electronics Valencia del jueves.
La estirpe de la canasta trajo hasta Valladolid otro apellido de campanillas a mediados de los noventa. David Brabender, hijo de Wayne Brabender, participó en la Copa del Rey de 1998, que también se disputó en Valladolid. «Recuerdo el triunfo ante el Real Madrid, con un final emocionante y que luego perdimos la semifinal contra el Pamesa. Dominaron todo el partido, pero pudimos haber remontado. Tengo cierto sentimiento de tristeza porque creo que tuvimos la opción de ganar al Pamesa y meternos en la final». David Brabender recuerda el talento de compañeros como «Devin Gray o Tony White». «Y el otro americano, Wayne Tinkle. Raúl Pérez, qué gran jugador, y aquel pívot, Jordi... Llorens que hacía un trabajo fantástico». Brabender trabaja ahora en la empresa de representación U1st Sports como responsable de patrocinios y eventos. Uno de sus compañeros en las oficinas es Anicet Lavodrama, quien también disputó aquella Copa de febrero de 1998 en Valladolid con la camiseta del Fórum.
Lalo García se quedó entonces sin intervenir. «Había jugado con un dedo roto varios meses hasta que se me hinchó de tal manera que los médicos me obligaron a pasar por el quirófano. Viví intensamente, pero no pude participar. Sí recuerdo que hacía un artículo para vuestro periódico después de los partidos. También me acuerdo que, contra el Real Madrid, nadie daba un duro por nosotros. Aquel Madrid era el de Djordjevic, Herreros... otro equipazo. Fue un partido duro hasta el último minuto. Entonces apareció un excelente Tony White, nuestro base, y en un par de acciones nos llevamos el partido».
¿Qué opciones ven los entrevistados para ganar el próximo jueves al Power Electronics Valencia? «No hay presión y, con la actual dinámica, están para competir contra cualquiera», observa Lalo García. «Se están saliendo», resume David Brabender. «Una cosa sé: el Blancos de Rueda va a plantar cara», apunta Miguel Ángel Reyes. «Tienen confianza, seguridad y alegría. Pueden dar la sorpresa», pronostica Samuel Puente. El presente es tan glorioso como el mejor pasado.
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