La milla de oro de Parquesol

Los solares abandonados durante años situados en torno a la calle Ciudad de la Habana de Parquesol han experimentado un cambio radical en los últimos dos años. Una fuerte inversión económica procedente de todas las administraciones públicas permitirá a la zona sur del barrio inaugurar en los próximos meses nada menos que dos nuevas instalaciones, como son la Comisaría de la Policía Nacional y el polideportivo municipal de la calle Enrique Cubero; ver la inauguración de las ampliaciones de otras dos: el centro de salud y el centro cívico; y disfrutar un curso más del instituto José Jiménez Lozano (recién bautizado y abierto ya en septiembre del 2009).

La futura milla de oro de Parquesol ofrece ahora un aspecto poco habitual en tiempos de crisis con decenas de obreros, camiones y grúas operando en los cuatro inmuebles en obras. Entre ellos y el citado centro educativo suman una inversión global de 21,4 millones de euros procedentes de las arcas municipales, autonómicas y nacionales (fondo estatal anticrisis).

Las cinco dependencias copan, por ahora, las expectativas de las dos asociaciones vecinales del barrio (Ciudad Parquesol y Entreparques), cuyas portavoces, Mercedes Recio y Marisol Fernández, reconocen la importancia de los nuevos servicios para el segundo barrio más poblado de la ciudad (26.746 habitantes). Parquesol crece ahora por el sur y concentra allí la mayoría de los servicios con las dudas, eso sí, sobre el futuro del maltrecho centro de ocio Parquesol Plaza, ubicado justo encima del polideportivo y de la comisaría, cuyos usuarios añadirán clientela potencial a sus cada vez menos locales.

La principal inversión, 7,81 millones de euros, la acaparan las nuevas dependencias policiales de Enrique Cubero, un proyecto paralizado durante años y que se retomó por fin en junio de 2009. Su puesta en marcha está prevista para marzo del próximo año con las dudas sobre su dotación de personal. Lo que sí se sabe es que albergará una oficina de denuncias y otras de expedición de documentos (DNI y pasaportes), es decir, los servicios más demandados por los ciudadanos. La entrada principal de la comisaría estará en Enrique Cubero y sus tres plantas de garaje tendrán una salida, a través de un tramo ganado al parque que rodea el edificio, a la paralela calle Ciudad de la Habana.

Alejar los botellones

«Creemos que es un espacio idóneo para la comisaría porque aportará seguridad y, de paso, puede servir para alejar las zonas de botellones habituales en ese entorno», resume la presidente de la asociación Entreparques, Marisol Fernández.

A escasos metros de la singular edificación, que destaca por sus llamativas ventanas de acero, se construye en paralelo el nuevo polideportivo municipal, presupuestado en 2,4 millones de euros, rodeado de plazas de aparcamiento. El pabellón, que debería estar listo también a comienzos del 2011, tendrá capacidad para 600 espectadores. «Teníamos una necesidad de instalaciones deportivas y este pabellón viene a cubrirlas», reconoce la portavoz y tesorera de la asociación Ciudad Parquesol, Mercedes Recio.

Unos metros más abajo del montículo que corona el barrio se encuentran otras dos instalaciones públicas que están inmersas en un proceso paralelo de ampliación.

La primera, cuya apertura está prevista para el 20 de octubre, servirá para dotar al centro cívico del barrio de un nuevo salón de actos mucho mayor que el anterior (1.000 metros cuadrados) y con capacidad para 400 personas. Las obras, presupuestadas en 1,55 millones de euros con cargo al Plan E y que recibieron la visita en febrero de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, están próximas a su fin. «Los operarios están trabajando ya en la equipación (telonaje, iluminación,...) a cargo de la misma empresa que hizo lo propio en Parque Alameda», explican fuentes municipales, que destacan que las nuevas instalaciones permitirán realizar «grabaciones de grupos en directo y realizar maquetas musicales».

Las portavoces vecinales, sin embargo, coinciden en reivindicar una ampliación aún mayor del centro para mejorar la actual biblioteca e, incluso, dotar al barrio de un centro de mayores dado el «reducido tamaño del actual». La última remodelación dejó fuera este espacio y la propia agrupación de Pensionistas y Jubilados reclama ahora nuevas instalaciones. Es el único pero a la milla de oro del sur del barrio. Al lado del centro cívico se encuentra el centro de salud, abierto en 1997 e inmerso también en pleno proceso de ampliación. Una inyección económica de 4,66 millones de euros permitirá duplicar su superficie actual hasta los 7.743 metros cuadrados. Los trabajos, que acumulan ya algunas semanas de retraso, están avanzados en el exterior y falta por vestir el interior del nuevo edificio anexo al original. Fuentes de Sacyl declinaron ayer poner fecha a su inauguración.

Mercedes Recio y Marisol Fernández también coinciden en reclamar que la ampliación física del ambulatorio traiga consigo una ampliación de los servicios. «Nos gustaría que trajeran alguna especialidad para evitar los desplazamientos a Arturo Eyries y que el horario de urgencias se ampliara a los fines de semana», reclama Recio. La presidenta de Entreparques, por su parte, reconoce que «el centro cubre una demanda histórica porque el anterior era tan pequeño que había listas de espera de 4 ó 5 días para pedir cita con el médico de familia».

La quinta joya de la corona es el nuevo instituto, abierto el año pasado después de múltiples vicisitudes (quebró la primera constructora) y que ayer inauguró su segundo curso. Allí estudian 480 niños.