«Me gustaría que Florián Ferrero fuera mi sucesor»

Lo llevaba barruntando ya unos cuantos años y, al final, ayer anunció formalmente que se retira de la presidencia. El nombre de Conrado Eguaras está asociado a la Virgen de la Concha de Zamora desde hace treinta años y durante su mandato la cofradía ha vivido alguno de los mayores momentos de esplendor y experimentado un gran crecimiento. Las elecciones son en octubre.

-Esta romería ha sido una de las más multitudinarias de las que se recuerdan en los últimos años, está toda Zamora aquí.

-Sí. Ya el año pasado hubo 20.000 personas, según nos dijeron desde la Policía Local, pero esta edición yo creo que se ha superado. En la Cruz del Rey don Sancho se veía una auténtica riada de romeros, de verdad que ha sido impresionante.

-¿Qué se le ha pasado por la cabeza mientras le leían un poema dedicado a usted?

-La verdad es que ha sido tremendo, todo muy emocionante. Se han volcado conmigo y se lo agradezco infinito, pero no creo merecerlo. Simplemente he tratado de hacer las cosas bien, con todo cariño e ilusión, como mejor entiendo, y eso no merece tanto.

-Se ha despedido usted oficialmente.

-Sólo de la presidencia, es te ha sido mi último año como presidente efectivo, pero seguiré siendo de la cofradía y vendré como uno más a disfrutar de la romería.

-¿Qué es lo que más ha pesado a la hora de tomar esta decisión?

-Pues que ya no tengo el mismo fuelle para aguantar todo el recorrido, hoy mismo lo he notado. Mucha gente me pide que no me vaya, pero yo he visto que no puedo, es doloroso físicamente y resulta tremendo no poder seguir.

-Suena el nombre de Florián Ferrero como su sucesor.

-Me haría ilusión que Florián se presentara, porque supondría la continuidad aunque, claro, cada uno con su personalidad. Pero sería un buen presidente porque tiene gran preparación, gran cariño a la cofradía, es más antiguo que yo en ella, y tiene unos conocimientos exagerados. Sería extraordinario.

-¿Cuáles considera los momentos cumbre de estos treinta años de mandato?

-La coronación de la Virgen fue algo maravilloso, y también el séptimo centenario, fueron momentos increíbles.