Tarde en naranja en el Azoguejo

«Se ha intentado, la próxima vez saldrá mejor», aseguraba, animosa, Angélica Rivas, una de las cinco alumnas de primero de Publicidad y Relaciones Públicas que, junto a Alexandra Rodríguez, María Solana, Tania Plantalamor y Alexandra Redondo, idearon y pusieron en marcha el Día de la Creatividad, una jornada concebida para propiciar que los ciudadanos mostrasen sus talentos artísticos.

La cita era en el Azoguejo, a partir de las 17 horas, pero el frío ambiental y el del público no correspondieron con la voluntad y la entrega de las organizadoras y sus colaboradores que, aún así, congregaron en torno a la propuesta a un buen número de jóvenes con ganas de pasarlo bien y de niños que se entretuvieron pintando y jugando con ellos.

Actividades musicales, malabares, juegos infantiles y una subasta de voluntarios que impertérritos siguieron las evoluciones de su puja, conformaron parte de unas actividades en las que no faltaron repartos de abrazos, pegatinas, claveles y mandarinas.

Todo ello presidido por el color naranja de esta fruta que las organizadoras han convertido en el emblema de su iniciativa.

El Día Creativo sorprendió a los segovianos en su paseo vespertino dominical, aunque no consiguió sumarles a la propuesta. «Ha habido mucha frialdad», se lamentaba Angélica. «Cuando regalabas claveles y mandarinas muchos no las cogían hasta que no se les decía que eran gratis», explicaba.

Sobre el frío enlosado del Azoguejo un grupo de jóvenes se divertía con juegos tradicionales, mientras Angélica y otros compañeros seguían repartiendo sus cálidos abrazos gratuitos. «En estos tiempos de crisis no hay que rechazar nada», decían a los sorprendidos paseantes.