«La Inteligencia Artificial va a estar cada vez más en nuestras vidas»

Son muchas las distopías que esbozan un mundo gobernado por máquinas o, cuanto menos, en el que su presencia es casi preponderante con respecto al ser humano. Sin embargo, en este 2020 loco, provocado por la covid, todavía no se han rebelado. Y no tienen por qué hacerlo, ya que, como incidió Pedro Meseguer, investigador científico del CSIC en el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial, el futuro ha de venir marcado por un debate en la sociedad sobre cuál ha de ser su alcance. «Hay que tomar postura en cuestiones éticas de la IA (Inteligencia Artificial) en concreto y de la tecnología en general», afirmó en su ponencia en el Congreso R-evolución 5.0.

En contra de los esbozos futuristas propios de la ciencia ficción, «no hay que hacer algo porque la tecnología lo permita, sino que la sociedad, en su conjunto, tiene que decidir qué hacer o qué no hacer con lo que permita la tecnología». Así, por ejemplo, esta permite ya, de hecho, la existencia de robots asistenciales, del reconocimiento facial a través de cámaras situadas en espacios públicos o la creación de armas autónomas. Sin embargo, «su utilización tiene que ser valorada por la sociedad al completo, más que por los gobiernos». La capacidad tecnológica es ya grande y la IA «cada vez va a estar más presente en nuestras vidas», opina Meseguer, que anima a dicho debate ahora, cuando aún hay una «falta de integración» efectiva.

Pedro Meseguer contextualizó algunas utilidades de la inteligencia artificial valiéndose de experimentos como Deep Blue, la máquina que ganó a Gary Kasparov, el mejor jugador de la historia del ajedrez, en 1996, o como Watson, otra máquina, que en 2011 ganó un prestigioso concurso de pregunta-respuesta de la televisión estadounidense. Forman ambas parte de la IA débil, aquella que se focaliza en tareas concretas. La IA fuerte, mientras tanto, es aquella de los films, la que intenta replicar la mente humana alcanzando estados mentales y de conciencia. La que centra el debate, en definitiva, así como la evolución, pues «los investigadores no saben todavía integrar tareas muy diferentes en una misma disposición». «La pregunta es si podrán construir una IA general que pueda resolver cualquier tipo de tarea», explicó Meseguer, que advirtió de las posibilidades de un uso perverso de la IA para, por ejemplo, crear 'fake news'.

En todo caso, para Meseguer, hay a quien «el complejo que hemos arrastrado» le podría hacer creer que los españoles no podemos construir inteligencias artificiales. Nada más lejos. «No estamos mal posicionados. En el mundo, EEUU y China son los más avanzados. En Europa, Francia, Alemania y Reino Unido están bastante por delante de nosotros. Pero el de Salamanca puede hacer cosas tan buenas como el de Oxford. Lo que hay es que ser profesional», concluyó.