Andrea Cuidin, investigadora especialista en obesidad
«Con tandas cortas de Ozempic, la recuperación de peso es mayor que la pérdida inicial»Coautora de una guía europea a favor de los fármacos para adelgazar, desmitifica sus efectos y asegura que los médicos soportan la presión de industria y pacientes
La semana pasada, la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO, por sus siglas en inglés) publicó en 'Nature' una guía para especialistas ... que recomendaba el uso de semaglutida (Ozempic) y tirzepatida (Mounjaro) para perder peso, por encima de otros fármacos. Entre los autores del estudio se encuentra una investigadora que trabaja en España, Andreea Ciudin, del grupo de Diabetes y Metabolismo del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR). «No indicamos empezar con fármacos ni saltarse las medidas de hábitos, de ejercicio y cambios nutricionales», advierte Ciudin. «No hay una obesidad, sino muchos tipos, y la mayoría tiene una base biológica de desajuste de las hormonas que regulan el hambre y el metabolismo, y las más estudiadas son GLP-1 y GIP (segregan insulina y regulan el azúcar en el organismo y son el principio de Ozempic y de Mounjaro).
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-Se tiene a estos dos medicamentos como milagrosos.
-Parecen milagrosos porque muchas personas tienen un déficit de estas dos hormonas, innato o adquirido por los malos hábitos. Pero también hay pacientes que no responden al tratamiento, con un cuerpo sano que fabrica hormonas cada vez que come, lo que les permite tener saciedad y quemar las calorías que han comido.
-¿Para quiénes serían estos dos fármacos que recomiendan?
-Están indicados en obesidad. Pero sus fichas técnicas incluyen a personas con índice de masa corporal (IMC) superior a 27 con al menos una complicación derivada de la obesidad o a las que tienen un IMC de más de 30. Si lo tomamos a rajatabla, hablamos de un porcentaje importante de la población española. Hay que ser sensato. Una cosa es la ficha técnica y otra, el criterio clínico. La prescripción no se puede hacer a la ligera. Sin un ajuste de la dieta y el ejercicio, recetarlas es mala praxis.
-¿Sin ese cambio de hábitos se recupera el peso perdido al dejar de inyectarse el fármaco?
-Es normal que se recupere el peso, porque mientras se tomaban, corregían la alteración del metabolismo. Al quitarlo, la reacción normal es volver al punto inicial. Estas pautas para la operación bikini o para ir a la boda de la prima sólo hacen daño al metabolismo. Con tandas cortas la recuperación de peso es más grande que la pérdida inicial.
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-¿Esto sucede también con Ozempic y Mounjaro?
-Sí, con todos. Porque cuando tú pierdes grasa, el cerebro pone en marcha un mecanismo de defensa que baja la tasa metabólica y da hambre. No quiere perder esa reserva que es como un seguro de vida. Mientras tomas los fármacos, controlas el hambre, pero quemas calorías. Se tarda uno o dos años para que el cerebro no luche contra ti.
-¿Estos fármacos se están usando bien en España?
-Es difícil decir cuánta gente los está usando. Se necesita receta pero es casi venta libre y no se registra en ningún sitio. Sí hemos visto un mal uso por parte de personas que se quieren pinchar porque les sobran cinco kilos. La gente ha esperado mucho tiempo una solución y ahora, de repente, ve que algo funciona y lo quiere.
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-¿Cómo se evitan estas modas desde el punto de vista clínico?
-Es complicado porque es una enfermedad muy prevalente, pero hay que informar que son medicamentos para corregir trastornos biológicos. Hay que hacer un buen seguimiento, porque si pierdes músculo, fatal.
-¿Cómo evitar que la industria influya en las decisiones médicas?
-Esta presión existe pero pasa en todas las especialidades. Todos conocemos a los visitadores médicos. Aquí ya depende de la independencia profesional y la ética.
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-¿También hay presiones por parte de los pacientes?
-En la pública menos, pero en la privada se sientan y dicen: Yo quiero que me pongas esto. Otra vez, depende mucho de cada uno.
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