Un sobrepeso en la última planta pudo causar el derrumbe mortal de Madrid
En el siniestro murieron sepultados Laura, una supervisora, y tres obreros inmigrantes, Dembele, padre de cinco hijos, Diallo, y Jorge
El edificio de seis plantas que el martes colapsó en la calle Hileras, en pleno centro de Madrid, sepultó bajo toneladas de escombros a ... los cuatro trabajadores fallecidos: tres obreros, Moussa Dembele, padre de cinco hijos y natural de Mali, Mamadún Diallo, de Guinea, y Jorge, de Ecuador; y la jefa de producción de la obra, la española Laura Rodríguez, de unos 30 años de edad. Dembele, Diallo y Jorge, con edades comprendidas entre los 30 y 50 años, eran empleados de la empresa Anka, que había sido subcontratada para realizar la demolición controlada del interior del inmueble. Los cuerpos de dos de los fallecidos se recuperaron la misma noche del martes y los otros dos, unas horas después, sobre las dos y media de la madrugada, gracias a la labor de los bomberos (que trabajaron a destajo sacando a mano tres metros de altura de escombros) y los perros de rescate de las unidades caninas de la Policía Nacional, que marcaron con sus ladridos donde se hallaban enterrados los cadáveres.
Publicidad
Aunque las causas del siniestro aún están siendo investigadas por la Policía Judicial de Madrid (la encargada de hacerlo al tratarse de un accidente laboral), la principal hipótesis apunta a una sobrecarga de material de obra en el último piso. Este sobrepeso habría hecho caer el forjado de esa planta, arrastrando el resto de la estructura en un efecto cascada. Esta es la principal teoría que baraja el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que, con todo, pidió prudencia ante las investigaciones abiertas. «Todavía es aventurado hablar de las causas exactas por las que se produjo este derrumbe, pero es obvio que había material apilado en la sexta planta y que pudo influir en el colapso del edificio», dijo el regidor. «Es una de las hipótesis que se van a manejar para determinar tanto las causas como en su caso las responsabilidades de lo que ha sucedido», añadió.
Según Almeida, el edificio, construido hace 60 años, contaba con licencia concedida en febrero de 2025, cuando comenzaron las obras «y, por tanto, estaban trabajando al amparo de ella, tenían la capacidad de poder hacerlo, sin perjuicio de la forma concreta en que se estuviera trabajando y sin perjuicio de las causas que determinaron que finalmente el forjado de la sexta planta colapsara y arrastrara al resto de las plantas».
Aunque este acopio de materiales de construcción pudo ser el detonante del siniestro, los bomberos creen que es uno más de los varios factores que podrían haber desencadenado el accidente. No descartan una acumulación de causas, como patologías en la estructura no detectadas o problemas en la propia ejecución de la obra. «Es una suma de factores», apuntó el jefe de Guardia de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Miguel Seguí. «Estaban trabajando sobre una estructura antigua, retirando tabiquerías y modificando cargas», describió Seguí, que quiso tranquilizar al vecindario porque «en ningún caso parece amenazar la estabilidad de otros edificios colindantes».
Publicidad
En declaraciones a los medios en las inmediaciones del inmueble siniestrado, Daniel Anka, responsable de la empresa encargada de la demolición, contó que aún no tiene información sobre las causas del suceso y dijo desconocer si había sobrecarga de material. Anka subrayó que se cumplían las normas de seguridad y que nadie estaba trabajando en la planta donde se originó el accidente. «Si hay sobrecarga, lo sabrán los que han hecho esa declaración», comentó.
Según el empresario, todos los trabajadores tenían contrato en vigor y la obra contaba con los permisos en regla. Anka dijo que había 40 personas trabajando en el bloque, por lo que la tragedia pudo haber sido mucho mayor de haber cedido toda la planta, pero solo una parte se vino abajo. Los fallecidos se encontraban en la primera planta, donde estaban los aseos y la oficina administrativa de la empresa.
Publicidad
El solar del bloque colapsado estuvo ocupado desde mediados del siglo XIX hasta los años 30 del siglo XX por un balneario. Más tarde en 1965 se levantó el actual edificio, que llevaba varios años vacío y abandonado hasta que el fondo saudí RSR Singular Assets Europe Socimi, lo adquirió para transformarlo en un hotel de cuatro estrellas con 122 habitaciones y un restaurante en la planta baja. Las obras habían comenzado hace ocho meses.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión