Espacio que ocupará el futuro centro de interpretación del Acueducto. Óscar Costa

Segovia construirá un edificio semienterrado y casi invisible al pie del Acueducto

Salen a licitación las obras para construir el centro de interpretración con un presupuesto de 5,4 millones de euros

Quique Yuste

Segovia

Miércoles, 3 de septiembre 2025, 06:12

El Ayuntamiento de Segovia ha dado un paso muy importante para llevar a cabo uno de los mayores proyectos que ejecutará durante los próximos ... años: el centro de interpretación del Acueducto. La infraestructura, que será financiada en un alto porcentaje con fondos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ha salido a licitación para que las empresas interesadas en ejecutar la obra puedan presentar sus ofertas. El presupuesto de base licitación, con IVA, es de 5,4 millones de euros. El tiempo previsto de duración de las obras es de veinte meses.

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El proyecto, que forma parte del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino 'Segovia Fluye', se ejecutará en la plaza Oriental y sus inmediaciones y no solo busca crear un espacio cultural y expositivo, sino también regenerar un entorno urbano que ha sufrido una evolución compleja a lo largo de los siglos. El nuevo equipamiento, de nueva planta y uso público cultural , se construirá en su mayoría bajo rasante en la actual parada de taxis situada entre la calle Gascos, la plaza Oriental y el paseo de Santo Domingo de Guzmán. La intención de este tipo de actuación, según se recoge en el pliego de condiciones, es preservar y destacar la monumentalidad del Acueducto.

De hecho, la estrategia de implantación del edificio se basa en la «discreción, hasta la práctica desaparición en el plano superior», del centro de interpretación del Acueducto, al entender que en este punto la ciudad no demanda más arquitectura. La intervención supondrá una mínima modificación del terreno, ya que el pequeño talud que separa los niveles de la plaza se urbanizará y se convertirá en una «discreta membrana acristalada» que permitirá la contemplación del Acueducto desde el interior sin obstáculos. La cubierta plana y practicable del edificio se convertirá en un nuevo espacio público , mientras que su presencia resultará «prácticamente inadvertida» desde todas las perspectivas que comparte con el Acueducto.

En contraste, en el plano inferior, el proyecto busca una «voluntad de presencia regeneradora» frente al «entorno tan degradado» de la calle Gascos, que actualmente es un vial marginal que termina en un fondo de saco. El proyecto busca transformar este «residuo urbano» en un espacio funcional que remate la perspectiva urbana, adoptando una forma elíptica que, además de su propia entidad, evoca la lección de los ábsides eclesiales como final de trayecto. Así, el centro de interpretación del Acueducto tendrá forma de óvalo en este punto y el espacio público resultante será apto, por su configuración, aislamiento y proporciones, para posibles pequeños eventos públicos.

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Recreación del interior de una de las plantas. El Norte

En total, el proyecto contempla una superficie de parcela de 1.365 metros cuadrados , con una superficie útil de 2.210 metros y una superficie construida de otros 2.700.

El recorrido expositivo

El nuevo centro se organizará en tres niveles bajo rasante. El acceso principal se ubicará en la denominada 'Planta Plaza' -a ras de calle-, donde un vestíbulo exterior con una pérgola de granito conducirá a los visitantes a la entrada del edificio. El gran espacio expositivo de esta planta ofrecerá una visión directa y privilegiada del Acueducto a través de un hueco acristalado. Esta planta contará con un punto de recepción e información, taquillas, aseos y un núcleo de escaleras y ascensores. El diseño interior, según el pliego, será flexible y adaptable a los contenidos expositivos.

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La 'Planta -1' albergará otro espacio diáfano para exposiciones. Al final del recorrido se ha diseñado una salida a través de un itinerario en pendiente que ascenderá hasta la cota de la plaza, dirigiendo el tránsito de los visitantes hacia el Acueducto, el cual aparecerá «progresivamente ante la mirada». Por su parte, la 'Planta -2' se destinará a futuros usos complementarios e instalaciones, como la oficina de gestión del centro y los cuartos de climatización.

Respetuoso con el entorno

El proyecto cumple con las exigencias del Código Técnico de la Edificación y está diseñado para ser un «edificio de consumo de energía casi nulo». Se ha previsto un sistema de climatización y ventilación con unidades de tratamiento de aire y un recuperador de calor de alta eficiencia. También se contempla la instalación de sistemas de generación de energía eléctrica de fuentes renovables, así como una infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos.

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En cuanto a los materiales, se ha optado por el uso de granito gris en los exteriores opacos de la fachada y en la cubierta, buscando razones «funcionales» y de «economía de medios expresivos». La fachada elíptica será una fachada ventilada, con placas de granito que actúan como parasol. Se conservará una encina ubicada en el talud entre las dos plataformas de la plaza.

El proyecto, tal y como recuerda el pliego de condiciones, se enmarca en un entorno de alto valor patrimonial, a escasos metros del Acueducto de Segovia. Por ello, y debido a la protección arqueológica de grado, se advierte de la posible presencia de restos de diferentes periodos, como estructuras romanas y medievales o elementos vinculados a la muralla. Por ello, se subraya la necesidad de un seguimiento constante de los trabajos de remoción de tierras y, si la Administración lo requiere, la realización de una excavación arqueológica preventiva.

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Un nuevo equipamiento que busca fortalecer la relación de Segovia con el monumento

El proyecto del centro de interpretación del Acueducto se inscribe en un contexto de larga data sobre la relación de la ciudad con su monumento más emblemático. Desde la Edad Media, el Acueducto ha sido un elemento central en la organización urbana. El informe hace un repaso histórico, desde que era apreciado principalmente por su utilidad hasta que, en el siglo XVIII, comenzó a ser valorado como un «monumento de gran importancia histórica».

En el siglo XIX, el deterioro del monumento y las viviendas adosadas a él en la plaza del Azoguejo llevaron a las primeras iniciativas de conservación. La declaración del Acueducto como Monumento Histórico Nacional en 1884 marcó un punto de inflexión. El proyecto actual se beneficia de una serie de modificaciones urbanísticas, como las aprobadas en el Plan General de Ordenación Urbana y en el Plan Especial de Áreas Históricas (Peahis), que han permitido la calificación del subsuelo de la plaza Oriental para equipamiento público. El documento, que ha salido a licitación hasta el próximo 22 de septiembre, establece que el proyecto debe cumplir simultáneamente las condiciones urbanísticas propias del Espacio Libre (sobre rasante) y las de Equipamiento (bajo rasante).

El informe también detalla la evolución del entorno a lo largo de los siglos XX y XXI, donde las intervenciones urbanísticas se han centrado en alejar la edificación del Acueducto para obtener «visuales despejadas». El proyecto actual asume este legado proponiendo un espacio subterráneo que minimiza su impacto visual y maximiza la experiencia del visitante.

El proyecto, según el pliego, fija su enfoque en la regeneración urbana y el respeto por el patrimonio y busca no solo crear un nuevo equipamiento cultural, sino también fortalecer la relación de Segovia con su Acueducto, permitiendo a los ciudadanos y visitantes redescubrir la monumentalidad y la historia del entorno a través de un espacio diseñado para el siglo XXI.

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