Segovia, capital del mus

La disputa de la gran final del torneo se llevó a cabo ante la mirada de decenas de curiosos y aficionados al mus. Sin embargo, el mayor movimiento ya no estaba en el salón, si no a las puertas de un hotel que había acogido durante el fin de semana a más de 700 personas que participaron en el torneo. Tras tres jornadas con cartas durante las 24 horas, tocaba emprender el viaje de regreso a casa.

Grupos de toda España se habían desplazado hasta Segovia para participar en un torneo que ya se celebró en la ciudad el año pasado. Algunos, de hecho, ya estaban en la capital segoviana desde la jornada del jueves. «Venimos a Segovia porque es una provincia con mucha tradición de mus. El hotel cumple con todos los requisitos y es una ciudad muy bonita para estar y para visitar», explica José María Iturralde, presidente de la Asociación Española de Mus (Asesmus).

La preparación de un evento de estas características no es sencilla. Todo lo contrario. Requiere de un año de trabajos para que todo salga a la perfección. El principal obstáculo es el alojamiento, ya que es necesario encontrar un espacio que permita disputar más de cien partidas a la vez y en el que poder reservar más de 300 habitaciones durante un fin de semana. Por eso, Segovia es una sede que repite tras unas primeras ediciones del torneo disputadas en Madrid, Vizcaya y Orense. Más sencillo es elaborar los cuadros. «Lo tenemos todo informatizado. Los sorteos, los cuadros, las clasificaciones...», explica Iturralde. Eso no es inconveniente para poder ampliar el número de participantes en el futuro. «Se queda gente fuera, pero hay que poner un tope. El problema es poder alojar a tanta gente», comenta el presidente de Asesmus. Para participar hace falta una invitación, que reparte la organización entre las distintas delegaciones que hay en cada provincia.

El resultado del torneo son tres jornadas con las cartas como protagonistas. Un juego que no cansa. Ni mucho menos. De hecho, no han sido pocas las partidas, paralelas al campeonato, que se han organizado durante el fin de semana entre los participantes en la olimpiada. «Ha habido gente que se ha quedado echando partidas hasta las ocho de la mañana», asegura Iturralde.

Una afición por el mus que en Segovia se vive como en pocas provincias. «Hay mucha afición y también muy buenos jugadores. Aunque es una provincia pequeña tiene mucha actividad durante el año. Es una provincia fuerte», asevera. Y es que el mus es un juego que también va por zonas. «Hay provincias que tradicionalmente no han destacado mucho y que están creciendo ahora. Por ejemplo, en Barcelona está floreciendo mucho», celebra.

Sin el impacto o la visibilidad que han tenido otros juegos de cartas como el poker en los últimos años, el relevo generacional está asegurado gracias a las escuelas y torneos que las delegaciones provinciales celebran durante todo el año, con un número cada vez más alto de mujeres. No obstante, Iturralde apuesta por fomentar todavía más el juego y evitar que la gente que sabe jugar deje de hacerlo, sobre todo tras la universidad. «Si no se le da continuidad no sirve de mucho».

¿Y cuáles son las claves para ser un buen jugador de mus? Una, importante, ser conscientes de que se trata de un juego con alto peso del alzar. «Si no tienes suerte con las cartas, las puedes disimular alguna vez, pero no todas», dice el presidente de Asesmus. «Las claves son la comunicación con la pareja y la experiencia. La experiencia se nota mucho en la toma de decisiones», concluye.