La Sego perfilará en junio su vuelta a Segunda RFEF

La idea del presidente de la Segoviana, Agustín Cuenca, es seguir los pasos de las dos últimas postemporadas; la del año pasado, sin 'play-off', acabó un mes antes que la precedente. Sea como fuere, lo primero es determinar la continuidad de Ramsés. El técnico ha valorado siempre su decisión como algo global; en la temporada del ascenso desde Segunda RFEF pidió un cambio en la estructuración de los entrenamientos, que pasaron a hacerse por la mañana, y en el estreno en Primera RFEF hubo que esperar a asegurar que el club cumplía los requisitos presupuestarios y de instalaciones para asegurar su presencia al timón del barco. Su crédito hizo que nadie plantease siquiera su cese en lo peor de la temporada, una racha de siete derrotas y un empate en las ocho primeras jornadas de 2025 que hubiera costado el puesto casi a cualquiera. Está por ver si recibe ofertas, si da por acabada su etapa o si ve margen para seguir mejorando. En los años precedentes el club ha respetado sus tiempos y el presidente no concreta aún si aboga por la continuidad: «No procede hablar de nombres a estas alturas».

La decisión de Ramsés marcará hasta qué punto cambia la plantilla en el descenso. Solo hay tres jugadores con contrato en vigor para el próximo curso: Josh Farrell, Manu y Javi Borrego. «Va a depender de la opinión del entrenador, pero no tenemos la intención de hacer grandes revoluciones». El descenso tirará a la baja un presupuesto que este curso estuvo en los 1,1 millones de euros hacia cifras más parecidas a la última temporada en Segunda RFEF, en la frontera de los 800.000. «Dependerá de si somos capaces de mantener masa social y patrocinadores. A partir de ahí, a ver si podemos ir un poco más arriba». La gran incógnita, no solo deportiva, sino contable, es cuántos abonados mantiene un club que ha superado esta temporada la barrera de los 2.000 por primera vez en su historia.

Se presumen, por tanto, menos ingresos y también menos gastos. Las 20 fichas P mínimas que exigía la Primera RFEF pasarán a ser 16 el próximo curso. «Si tienes menos presupuesto, tendrás que bajar salarios». Pues esas fichas llevaban acompañadas un salario mínimo anual de 20.000 euros que desaparecerá en la cuarta categoría del fútbol español. Si la pérdida de categoría ya complica las opciones de mantener a jugadores que recibirán ofertas para quedarse en Primera RFEF, la pérdida de fuerza salarial complicará ciertas continuidades. La baza de la Segoviana para competir en el mercado ha sido la buena fama de su vestuario y, el año pasado, el caramelo de jugar en la categoría de bronce. Está por ver cómo compite en esta nueva realidad, con presupuestos cada vez más altos. Si el suyo estaba lejos de la clase media de la Primera RFEF no será puntero el nuevo curso. No son pocos los miembros de la plantilla que han rendido a buen nivel y tendrán que poner en la balanza pros y contras.

Tendrá que hacerlo, además, en una transición institucional, pues el club deberá terminar en junio la tercera fase de su conversión en Sociedad Anónima Deportiva. Si los accionistas suscriben todo el capital, el proceso terminaría con el acta notarial que funde la nueva forma jurídica y la creación de un consejo de administración. Mientras, hay que hacer un equipo de fútbol.