Una receta azulgrana con menos goles
La Segoviana es el tercer equipo del grupo I en el que menos se recoge el balón de la portería, entre sus ocho goles a favor y los tres en contra
El desenfreno de goles que marcó la mayoría de los partidos de la Gimnástica Segoviana la temporada pasada en Primera RFEF ha desembocado en las primeras fases de su regreso a Segunda RFEF en un ejercicio de contención. El total de once goles registrados en sus seis primeras jornadas ligueras en el grupo I –ocho a favor y tres en contra– es el tercer dato mas bajo del grupo: solamente Ourense y Marino de Luanco han celebrado o lamentado menos tantos. Unos datos iniciales que apuntan a una filosofía de juego menos expuesta, a rivales de mucha menos entidad que los que tenía enfrente en la categoría de bronce y ciertas dificultades en la finalización para un equipo que tiene cuatro porterías a cero, sí, pero solo marca un promedio de 1,3 goles por encuentro.
La Segoviana terminó el curso pasado como el equipo más goleado de la Primera RFEF: encajó 69, producto de varios marcadores abultados con cuatro o cinco goles en contra, a la postre diez más que el siguiente de su grupo, Osasuna Promesas. Ahí estuvo más el problema de su descenso que en los 43 goles a favor, una cifra que superó a más de un tercio de los equipos del grupo I. Entre las dos porterías, se vieron 102 tantos a lo largo de 38 jornadas, un promedio de 2,7 por jornada frente a los 1,8 del tramo transcurrido de temporada. Más que una decisión táctica responde más a la incapacidad para transformar en la portería contraria su dominio en goles.
El promedio de goles por partido sumando todos ha pasado de 2,7 el curso pasado en Primera RFEF a 1,8 en lo que va de curso
Lo cierto es que su visita del sábado a Luanco para medirse al Marino ha sido a la postre su único partido sin goles en lo que va de curso. Tampoco los hubo en los 90 minutos reglamentarios de su visita a Soria, un partido que el Numancia decidió con un tanto en el cuarto minuto del descuento. Los de Bea tuvieron ocasiones para abrir la lata aquella tarde en Los Pajaritos. También en Asturias, en un partido más anárquico, sin fases claras de dominio, en el que pudieron adelantarse con dos tiros casi seguidos de Castro y René que se toparon con el larguero y con una estirada del portero Dennis.
En cambio, este sábado, aunque Carmona asegurase la portería a cero que le fue esquiva en la única derrota gimnástica del curso, su meta tuvo bastante más tráfico. Como en el otro desplazamiento, el primero, en los Anexos de José Zorrilla ante el Valladolid Promesas. Ese partido sí fue perfectamente homologable al curso anterior: 2-2 tras una primera parte frenética entre dos equipos a tumba abierta.
En las segundas partes
Si lejos de Segovia ha habido discusión, La Albuera ha asistido a monólogos en una dirección. Carmona aún no ha tenido que recoger el balón de su portería, sin necesidad de intervenciones salvadoras. El suspense de las tres victorias en tres partidos de los de Bea en casa ha estado en si los locales conseguían el gol y cuándo. Siempre llegó en la segunda parte. Las facilidades del Sámano, colista, propiciaron tres goles; las hazañas del portero de la Sarriana rebajaron a uno un volumen si cabe mayor de ocasiones; y la resistencia del Coruxo, el visitante más solvente hasta la fecha, la tumbó una incorporación de René y un penalti de Fer Llorente en el descuento.
La fórmula de los goles dio resultados al equipo que dirigía hasta mayo Ramsés Gil, pero cada plantilla tiene sus demandas. Una disyuntiva que, en la práctica, la determina el acierto de los delanteros. Los nueve goles de Davo en la primera vuelta permitieron que el equipo puntuase en un buen número de partidos en los que encajó dos goles.
Hasta la fecha, Álex Castro, con mucho el atacante azulgrana con más ocasiones de gol, solo suma una diana; Marc Tenas, su compañero en la dupla ofensiva en la mayor parte de los partidos, aún no se ha estrenado, como Miguélez, lesionado en las últimas jornadas, que falló un penalti en el debut. Importa tanto la ratio –la Sego anota por ahora más del doble de los que recibe– y que esos goles se transformen en puntos; por ahora, solo tres han sido irrelevantes.
El resto han sido necesarios para una cosecha de puntos que no es nada desdeñable, pues supone casi dos tercios del total en juego, pero no da para pelear por el ascenso directo en un grupo en el que el primero no solo está a la altura del favorito que era, sino que conjuga la perfección.
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