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Bloque de Nueva Segovia afectado. Antonio Tanarro
Segovia

Nueve horas sin luz porque las ratas se comen los automáticos

Un portal de Nueva Segovia lleva años con averías porque los roedores muerden los cuadros de mandos: «En verano, las ves correr por el patio, hay muchísimas»

Sábado, 29 de noviembre 2025, 07:30

Quien piense que las ratas son un problema de otro siglo debería conocer el cuadro de mandos eléctricos del número 10 de la plaza Mester ... de Clerecía de Nueva Segovia. «Se comen hasta el veneno que les echamos. Más de una vez muerden los cables y se han quedado pegadas allí». Lo cuenta José Estaide, que no olvida su periplo como presidente del portal hace un par de años. «Se iba la luz cada dos por tres». Un trámite que unas veces es rápido y que en otras se prolonga hasta las ocho o nueve horas. Un apagón con mayúsculas.

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La voracidad de esas ratas era tal que no solo se comían el veneno que daba el Ayuntamiento, sino hasta el plástico. «Hay muchísimas ratas. En verano, que estás en el balcón, las ves correr por el patio. Hay un bar justo debajo de mi casa que lleva cerrado muchos años y ahí las debe de haber, como se suele decir, como conejos». Él, cerca de cumplir los 80 años, lleva 42 viviendo allí, en las primeras viviendas que se levantaron en la zona. El problema de los roedores se remonta ya casi una década con perjudicados como una tienda de ultramarinos que hay en la planta baja, con el drama que supone para un arcón congelado una noche entera sin luz. Y el origen sigue incierto. «Han mirado por todos los sitios y siguen a sus anchas, creando problemas».

La voracidad de esas ratas era tal que no solo se comían el veneno que daba el Ayuntamiento, sino hasta el plástico

Cuando sucede la avería, la compañía eléctrica tiene que cambiar el automático. Hay tres: la mayoría de las veces se ha fundido el del medio. Según donde muerdan las ratas, unos vecinos tienen luz y otros la pierden, toda una lotería. «Hubo una racha que duraba el nuevo automático tres o cuatro días. Y otra vez saltaba porque las ratas siguen mordiendo». Porque no es tan fácil erradicarlas. «Como decía yo medio de broma, estas están vacunadas contra el veneno». Unas molestias de las que ha escapado en los últimos meses por su comparecencia tras una fractura de cadera. Ya está de vuelta a su casa, pero su lucha es otra.

El problema de Mester de Clerecía afectó tangencialmente al presidente de la Asociación de Vecinos de Nueva Segovia, Paco Fernández Caro, que volvió de vacaciones y se encontró la nevera y el congelador fuera de servicio. En un barrio tan texto y con tanta zona verde, son los vecinos los que asumen la tarea a través de sus jardineros, que echan raticidas para controlarlo. «El barrio está un poco dejado en este aspecto». Señala zonas como Gerardo Diego o las inmediaciones del Lago Alonso. «Hay vecinos que tendrían que ser más responsables. Tiran el pan para los pájaros y no se dan cuenta de que eso atrae a otros animales».

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Otra plaza vecina, la de Mester de Juglaría, completa la escena. «Por ahí rondan a su aire. Las comunidades de vecinos tienen sus gastos y limpian dentro de los patios. A lo mejor bajas al garaje y te encuentras con una». También apunta a la zona del Pirulí, junto al Conservatorio. «Te llevas algún sustillo que otro».

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