Navas de Oro celebra la concesión del comedor escolar en el CRA El Pinar

El alcalde de Navas de Oro, Raúl Vela, recuerda que el logro combina el esfuerzo conjunto del centro escolar, el Ampa, el Ayuntamiento y la presión de la comunidad. «Al Ayuntamiento aún no nos ha llegado la notificación oficial, pero estamos trabajando en el proyecto», afirma Vela, que estima la puesta en marcha del comedor para el próximo mes de octubre tras un proceso que incluye obras de rehabilitación, matriculación de los alumnos y adjudicación del catering.

El CRA El Pinar, que acoge a unos 80 escolares de Infantil y Primaria en Navas de Oro –y cerca de 120 si se incluyen los procedentes de las localidades de Samboal y Narros–, carece de comedor escolar desde los años setenta, cuando el servicio desapareció tras haber funcionado durante décadas, recuerda el propio alcalde. La falta de un recurso tan necesario obliga a muchas familias a acudir a los abuelos o a otras soluciones para recoger a los niños al mediodía, circunstancia que juega en contra de la conciliación en un municipio rural como Navas de Oro, con cerca de 1.300 habitantes.

La reivindicación del comedor escolar ha tomado fuerza en los últimos años, impulsada por el Ampa Amigos de la Escuela, el equipo directivo del colegio y el propio Ayuntamiento de Navas de Oro. La Junta de Castilla y León denegó una solicitud inicial, lo que generó frustración e incluso movilizaciones. «Nos lo denegaron en julio del año pasado, sin margen para negociar. Alegaban que faltaba un proyecto del arquitecto o que solo se autorizan comedores a centros con alumnos transportados, pero esto no figura en la normativa. De hecho, hay colegios sin alumnos transportados que tienen servicio de comedor en varios puntos de la provincia, empezando por la capital. Eran excusas», lamenta el alcalde. Sin embargo, la presión continuó con concentraciones de protesta que han contado con el apoyo de otros municipios.

El punto de inflexión ha llegado este año, tras el recurso de alzada que la dirección del CRA presentó y el compromiso firme del Ayuntamiento para financiar las obras necesarias. La resolución de la Junta, publicada el pasado 25 de abril, autoriza el comedor, que operará bajo el modelo de «línea fría», es decir, con comida preparada externamente y entregada al centro. «Es el estándar actual para los nuevos comedores. Los que aún tienen cocinero pasan a línea fría cuando este se jubila», explica Vela.

El Ayuntamiento acondicionará el comedor en los espacios del colegio que hasta hace cincuenta años albergaron el mismo servicio. «La antigua cocina se convirtió en un cuarto para material de educación física, y el comedor se dividió en dos aulas, una para música y otra para psicomotricidad. Ahora vamos a derribar la pared que separaba el comedor y crear dos espacios diferenciados para Infantil y Primaria, además de renovar la cocina, instalar unos aseos y taquillas, y habilitar un acceso directo desde la calle para no interferir con las clases».

Para ello, el Ayuntamiento ha presupuestado 21.526 euros. Las obras incluyen azulejos con curvatura sanitaria, carpintería nueva y puertas adaptadas a la normativa de Sanidad. «Son obras que debería pagar la Junta, pero en nuestro afán de que los escolares tengan comedor, lo asumimos. Es una inversión que merece la pena», señala el regidor. Los trabajos comenzarán una vez terminado el curso escolar, para aprovechar bien el verano. La Dirección Provincial de Educación aportará el equipamiento.

El servicio también permitirá a los alumnos acceder a las becas de comedor de la Junta. Según un estudio de la propia Ampa, el 70% de las familias de los escolares del CRA estaría interesado en utilizar el comedor, continuada o esporádicamente. «El curso pasado, unas cincuenta familias querían un uso diario. Estimamos que haya una demanda similar», señala Raúl Vela. Según las previsiones que maneja el Ayuntamiento, el servicio podrá estar operativo en octubre, después de la matriculación, la solicitud de ayudas y la organización del catering. El comedor del CRA El Pinar devolverá un servicio perdido hace décadas y reforzará el papel de la escuela como pilar de la vida comunitaria en Navas de Oro.