San Lorenzo sacia el hambre de matanza

El presidente de la agrupación, Félix Maroto, recuerda el arraigo que el ritual de la matanza posee en el barrio. San Lorenzo ya celebraba esta liturgia en torno al cuto y sus productos antes de que el colectivo vecinal decidiera recuperar e impulsar este homenaje a la pitanza popular mediante la fórmula de la degustación. Había hambre de matanza y de sus manjares, y eso se ha notado en la cola de comensales que aguardaba su turno para recoger sus raciones.

Mientras tanto, se repartían platos con sus correspondientes bocados carnívoros entre las personas que se arremolinaban en la plaza del barrio. El ambiente festivo lo han amenizado los integrantes de la Escuela de Dulzaina Jesús Costa, que con sus tonadas también han hecho bailar al respetable.

Maroto agradece la respuesta de la gente, tanto a la que prácticamente no ha dejado ni las migas, como a quienes han hecho posible esta nueva edición de la matanza. La asociación es la que se ha encargado de sufragar los gastos del convite, aunque ese dinero se queda en las carnicerías del barrio segoviano. Dos jamones enteros, chorizo, panceta, morcilla, cabezas de cochinillo fritas, chicharrones, solomillo, torreznos... un menú compuesto por más de cien kilos de carne para dar la razón al dicho que reza que del cerdo, todo se aprovecha, hasta los andares.