Nueva Segovia recupera la tradición de la matanza popular
Urbano González Jiménez y Mariano García Martín han sido nombrados 'Matanceros de Honor 2023'
carlos iserte
Segovia
Domingo, 29 de enero 2023, 00:25
La pandemia aplazó y suspendió muchas iniciativas y eventos de masas, pero no pudo con las tradiciones que año tras año se asoman al calendario para recordar que sin ayer no existe el mañana, algo que saben los vecinos de Nueva Segovia. A través del colectivo 'Amigos de la Churrería' eligen todos los años a una persona que por distintas y acreditadas razones socio-culturales es merecedora del gran título 'Matancero de Honor'.
Todo un acontecimiento para los residentes que a finales de cada mes de enero se citan en el bar 'La Churrería de Nueva Segovia' para elegir al matancero y, sobre todo, para degustar la carne de varios cerdos. Este año, dos vecinos de Nueva Segovia forman ya parte del plantel matancero, que en 2023 alcanza su décimo segunda edición. El cocinero Urbano González Jiménez y el electricista y dulzainero Mariano García Martín han sido los elegidos ex aequo para ostentar durante 365 días la alta representación que supone la designación. Los oficios y las aficiones de ambos mataderos están estrechamente ligados a la idiosincrasia segoviana, cuna del buen yantar y escenario tradicional del sonido de la dulzaina, instrumento ineludible en toda fiesta popular que se precie como tal. Urbano ha sido cocinero parte de su vida, mientras que Mariano, electricista de profesión, todavía hoy continúa formándose en el complicado manejo de la dulzaina castellana.

Desde primera hora
Los preparativos comenzaron pronto. Había ganas, tras no poder celebrar la fiesta ni en 2021 ni en 2022 por culpa de la pandemia. A las ocho de la mañana, se empezó a colocar todo lo necesario para celebrar la Matanza Popular de la Asociación de Amigos de La Churrería. En plena calle, y con temperaturas bajo cero, se comenzó a despiecar y a preparar el picadillo y los chicharrones. Pasado el mediodía las planchas ya funcionaban a pleno rendimiento, para iniciar el reparto en torno a la una de la tarde, ya con las autoridades en la avenida Vicente Aleixandre. En total, alrededor de 400 personas se reunieron en una cita gastronómica en la que se emplearon tres cerdos y medio. Alrededor de 300 kilos de carne.
Una tradición que crece tras tocar fondo en 2020
Las matanzas de cerdos en domicilios particulares con fines de autoconsumo siguen siendo un clásico en algunas zonas de la provincia de Segovia. Pero cada año que pasa, menos. Se suelen realizar entre los meses de noviembre y marzo, aunque teóricamente la campaña dura desde noviembre a febrero. El mes en el que se concentran más sacrificios es, normalmente, enero.Sin embargo, las matanzas familiares ahora no son, ni de lejos, tan frecuentes como lo eran hace unos años. Así lo indican los datos de la Junta de Castilla y León, administración que otorga este tipo de licencias, que reflejan un descenso progresivo en el número de sacrificios a lo largo de las dos últimas décadas. Desde el año 2000 (cuando se produjeron 5.197 sacrificios) hasta ahora, las matanzas en Segovia se han reducido en alrededor de un 80%. La última campaña, correspondiente a los años 2021-2022, se sacrificaron 380 animales, una cifra muy inferior a la que se contabilizaba a principios del siglo. No obstante, son ya dos campañas consecutivas de aumentos tras tocar fondo en 2020 con tan solo 328 matanzas.
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