Tramo de la N-VI a la salida de San Rafael una de las carreteras en las que se reducirá la velocidad a 90. : Pedro L. Merino

Los 300 kilómetros de carreteras segovianas donde habrá que levantar el pie del acelerador

La medida para reducir la velocidad de 100 a 90 por hora afecta a ocho vías en la provincia

El Norte

Segovia

Miércoles, 2 de enero 2019, 07:58

Los conductores que circulan por la N-603 en San Rafael , los que van de Íscar a Cuéllar por la CL-602 ylos que transitan por la N-110 entre la provincia segoviana y el límite con la de Soria están entre los que tendrán que levantar el pie del acelerador si no quieren llevarse un susto en forma de multa. El Consejo de Ministros aprobó el viernes una medida que reducirá de 100 a 90 kilómetros por hora la velocidad máxima a la que se podrá circular por vías convencionales (un solo carril en cada sentido) que tienen un arcén de al menos 1,5 metros de anchura. Estos 90 kilómetros por hora regirán para turismos, motos y autocares. Los camiones y furgonetas tendrán que transitar como máximo a 80. En la provincia de Segovia, son alrededor de 300 kilómetros en tramos de ocho carreteras, según los datos aportados por el Ministerio de Fomento (siete de las vías son de titularidad estatal)y la Delegación Territorial de la Junta (una depende de la Administración autonómica).

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Así, los tramos afectados corresponden a las carreteras N-1, N-110, N-403, N-6, N-601, N-603 y SG-20 (en el tramo aún sin desdoblar) y la CL-602, y discurren por términos como Boceguillas, Santo Tomé del Puerto, Ayllón, Matamala, Fuentemilanos, Cerezo de Abajo, Castillejo de Mesleón o San Rafael. Hay tramos de estas vías (al pasar por cascos urbanos o en cruces con otras carreteras) donde hay limitaciones más estrictas, pero, como norma general, el Gobierno ha decidido que, a partir de ahora, no se puedan superar los 90 kilómetros por hora sin afrontar el riesgo de una multa. La modificación del artículo 48 del Reglamento de Circulación se publicó el sábado en el Boletín Oficial delEstado. A partir de ahí, los titulares de las carreteras tienen un mes para adecuar las señales informativas. En total, cerca de 10.000 kilómetros en todo el país.

Situación en Europa

Con la nueva normativa, España se asemejará a la velocidad máxima permitida para este tipo de carreteras en la mayor parte de Europa (quince países). Alemania, Austria, Polonia, Rumanía e Irlanda todavía conservan los 100 kilómetros por hora y hay otros que son más estrictos (Francia, Suiza, Noruega, Países Bajos o Finlandia tienen el límite de 80 kilómetros y en Suecia se rebaja a 70). «En seguridad vial, la velocidad es lo que genera más accidentes, mata o crea lesiones», apuntó Pere Navarro, máximo responsable de la DGT.

El año pasado, 1.013 personas fallecieron en carreteras convencionales, el 55% del total de quienes perdieron la vida en accidente de tráfico.En 400 de las muertes estuvo presente una velocidad inadecuada. La medida cuenta con el apoyo de asociaciones de víctimas de tráfico, aunque recuerdan que no resuelve el riesgo de los adelantamientos. Colectivos de automovilistas, como RACE (Real Automóvil Club de España), entienden que más que reducir la velocidad, lo que necesitan las carreteras es mayor inversión en conservación.

Objetivos

El Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, en la publicación del sábado en el BOE del Real Decreto 1514/2018, de 28 de diciembre, que modifica el Reglamento General de Circulación, sostiene que la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020, fija como objetivo principal que la tasa de fallecidos por siniestros de tráfico por millón de habitantes baje de 37. «Al inicio de la década el objetivo era alcanzable, pero los datos de los últimos años evidencian que hay una tendencia sostenida al alza en cuanto al número de víctimas, que requiere de medidas normativas similares a las que están adoptando otros Estados de la Unión Europea», agrega el Ministerio en el BOE, en el que, de entre todas las medidas estructurales a adoptar para revertir esta situación, hay una que estima clave: reducir la velocidad en las carreteras convencionales.

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«Es necesario poner de manifiesto dos datos al respecto: en primer lugar, que es en este tipo de vías en donde tienen lugar en torno al 75 % de los accidentes con víctimas; en segundo lugar, que la velocidad inadecuada es la causa concurrente en el 20 % de los casos», recoge la publicación. «En España, desde principios de los años ochenta del siglo pasado, el límite de velocidad en las carreteras convencionales para turismos y motocicletas se fijó en 100 y en 90 kilómetros por hora, dependiendo de si la vía disponía de un arcén practicable de al menos 1,5 metros. En aquellos años, el número de kilómetros de vías de alta capacidad era insignificante, y las carreteras convencionales de primer orden permitían desarrollar una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora con objeto de mejorar la fluidez de la circulación en un contexto de creciente aumento del parque automovilístico», explica el Ministerio en la publicación.

Hoy en día, añade, «la situación es completamente distinta. España es uno de los países del mundo con mayor número de kilómetros de vías de alta capacidad, vías más seguras y que permiten mayor confort en los desplazamientos. Las carreteras convencionales, que vertebran al país en una inmensa malla, ya no tienen como prioridad aumentar la fluidez de la circulación en general, sino conectar personas y transportar mercancías en un radio de acción más próximo».

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