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eva esteban
Segovia
Domingo, 20 de agosto 2017, 11:22
El bonito patio de la Casa Museo Antonio Machado, «un lugar emblemático de la literatura universal de Segovia», subrayó el director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, Rafael Cantalejo, acogió la entrega de premios del tercer concurso literario ‘Escribir sobre el paisaje’, organizado en el marco de las actividades del Curso de Pintores Pensionados. El acto se desarrolló en un ambiente íntimo, en el que el recuerdo de Antonio Machado y de sus creaciones literarias, así como los textos de los ganadores, llenaron la estancia. Fueron «más de una docena» los textos originales presentados en esta edición, según explicó Juancho del Barrio, coordinador del curso e impulsor del premio. Tras la deliberación del jurado, el ganador ha sido Juan Andrés Saiz Garrido (El Espinar, 1951) con su relato ‘Versos y colores’. «Mi mayor premio ha sido escribirlo, reunir todos los momentos vividos», señaló Saiz Garrido, quien se mostró emocionado y agradecido ante los asistentes.
El relato describe tres paisajes de Segovia durante «un día crucial y uno de los más alegres de su historia, el 14 de abril de 1931 [fecha de la proclamación de la Segunda República]», explicó el autor. Así, refleja «el paisaje interior del protagonista, Antonio Machado, el urbano y el carácter humano de los vecinos implicados».
En la obra, además, aparecen otros personajes de la provincia «injustamente olvidados durante décadas», afirmó el premiado en su intervención. «Segovia, te quiero, pero también te castigo por no tener memoria ante estas personalidades históricas», continuó Saiz. Estos «dignos segovianos» a los que se refiere no son otros que el actor y director teatral Carlos Ballesteros, el impresor durante la República Carlos Martín Crespo o el pintor Lope Tablada, entre otros.
El «patio mágico» fue testigo del momento más emotivo con la entrega del diploma al vencedor:«Con mi hijo Tatán en la memoria, quiero entregar los honorarios económicos a Jesús Torres», anunció un emocionado Saiz. Torres, sacerdote de Pinillos de Polendos, estuvo 28 años en Mozambique inmerso en un proyecto de cooperación. Fue precisamente allí, en el año 2009, cuando Saiz Garrido y su hijo Tatán, ya fallecido, decidieron visitar el proyecto: «No quería dejar pasar la oportunidad de agradecérselo», dijo el autor de ‘Versos y colores’, quien confesó que «me he volcado a corazón abierto con el relato».
Este era el segundo año consecutivo que se presentaba. En la anterior edición se quedó a las puertas del primer premio, ya que quedó en segundo puesto: «No hay que competir con nada ni con nadie, el arte no se mide en premios. Es escribir emociones y compartirlas», explicó el escritor.
El segundo galardón fue para Julia Concepción Gutiérrez con el relato ‘La Mujer Muerta’, del que también se leyó un fragmento. A pesar de que «es un tema tópico», el jurado, integrado por el profesor de literatura Alberto Otón, el escritor José Antonio Abella, los periodistas Carlos Álvaro y Teresa Sanz y el propio Juancho Del Barrio, se decantó por el texto de Gutiérrez porque «nos gustó la personalización en primera persona del personaje», aseguró el coordinador.
«Basta con abrir la mano y cerrarla con fuerza para ser invencible» era uno de los versos que componían el relato de Ana Vázquez Aguado, que se alzó con el tercer premio. Con su escrito ‘Aquí Paz’, la periodista logró atraer la atención de los miembros del jurado gracias a la descripción del paisaje:«Nos ha gustado la observación del paisaje vivida desde dentro», señaló Del Barrio.
Es un «concurso pequeño y humilde, pero no en calidad y entusiasmo», afirmó el impulsor del certamen. El primer premio está dotado con 300 euros, el segundo con 200 y el tercero, con 100. El coordinador, además, aseguró que «tenemos intención de hacer que el concurso se expanda a nivel nacional» durante los próximos años. «A pesar de los escasos medios que tenemos», apostilló Cantalejo, «esperamos que en unos años sea un concurso de referencia».
El «alma» del concurso, añadió Cantalejo, no es otro que Juancho Del Barrio, puesto que fue él quien, en 2014, se percató de que en las conferencias ofrecidas a los jóvenes pintores muchos ponentes hablaban de literatura, de poesía y del reflejo que el paisaje segoviano tenía. El escenario era el más idóneo y la entrega de premios finalizó, como no podría ser de otra manera, con Alberto Otón recitando unos versos de un soneto que Antonio Machado dedicó a su amada Guiomar.
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