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Laboratorio del Hospital General de Segovia. A. de Torre

Segovia

«Hay infecciones que pueden llegar a poner en peligro nuestra vida»

La jefa de Medicina Interna del Hospital, Eva Ferreira, dice que la mayoría de las ETS se curan con antibióticos, pero pide no infravalorar los riesgos

Lunes, 7 de octubre 2024, 11:00

El enfoque de los médicos de enfermedades infecciosas no es tanto meter miedo a la población con una gonorrea o una sífilis como explicar con ... transparencia qué efectos puede llegar a tener. Es cierto que en la mayoría de los casos con cuadros leves que se tratan con antibióticos, pero hay situaciones, fundamentalmente sufridas por personas que tienen bajas las defensas, en las que puede suponer un riesgo vital.

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Los síntomas varían con cada enfermedad en función de su vía de contagio. Cuando la gonorrea es uretral, da problemas de secreción purulenta. Mientras, las molestias anales son más difíciles que identificar. «Hemos encontrado unas cuantas que se mandan pensando que son unas hemorroides o una fisura anal porque la gente nota picor, dolor o escozor. Y resulta que cuando lo ve el cirujano, resulta que tiene una inflamación», explica la jefa de Medicina Interna del Hospital General de Segovia, Eva Ferreira. Y las muestras detectan la gonorrea. La vía oral también confunde: «Una faringitis puede ser perfectamente por un gonococo».

La huella principal de la sífilis es que produce una úlcera, que puede aparecer también por vía genital, oral y anal. «Tienes una ulcerita en la boca y si has tenido relaciones, eso puede ser una sífilis. Y se puede dar en cualquier localización». Es decir, puede aparecer en la uretra, en la vagina, en los labios o en los genitales. También en el recto o en la faringe. Mientras, la clamidia se caracteriza por la secreción de la gonorrea y los ganglios inflamados, que aparecen abultados y generan dolor, bien sea en la ingle o en la garganta.

Una vez detectadas, el tratamiento en la mayoría de los casos es a base de antibióticos. «Son efectivos. Como con todos los antibióticos, cuanto más los usemos tenemos el peligro de que se lleguen a hacer resistentes. Pero la infección habitualmente cura y lo que la gente tiene que saber es que te puedes volver a infectar; no es de las que pasas una vez y ya tienes inmunidad».

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Pero los cuadros, como ocurre con cualquier enfermedad, pueden complicarse y desembocar en infecciones generalizadas. La gonorrea puede evolucionar en una sepsis: una afección grave que se produce cuando el sistema inmunitario responde de manera extrema a una infección, lesionando sus propios tejidos y órganos, con síntomas como fiebre, frecuencia cardiaca elevada, respiración rápida, confusión y dolor. Puede provocar un fallo multiorgánico. «La sífilis nos puede afectar a muchos otros sitios; al cerebro, al hueso o al hígado. Hay infecciones que se complican y pueden hasta poner en peligro nuestra vida». Un escenario más preocupante para personas que tengan algún problema previo que haya bajado sus defensas, aunque el resto no está exento.

El protocolo para atajar la enfermedad y que no siga pululando por ahí recomienda dejar dos semanas de margen una vez concluido el tratamiento de antibióticos antes de mantener de nuevo relaciones sexuales. Algo casi tan importante como la comunicación del diagnóstico, subraya Ferreira. «Toda persona que tiene una infección debe de avisar a sus parejas anteriores. Alguien se lo ha contagiado y lo puede estar contagiando». Pide informar «por lo menos» a las relaciones del mes anterior al diagnóstico, un ejercicio de responsabilidad que los médicos no pueden comprobar. «En la consulta intentamos hacerles conscientes, pero son ellos; yo no puedo dedicarme a llamar a sus parejas. Queremos confiar en que la gente cada vez está más concienciada». Y lo argumenta en pacientes que directamente preguntan por ese tiempo de precaución y en otros acuden a su consulta porque alguien con quien había mantenido relaciones le avisó de que se había contagiado. «Lo que pasa es que, como todas las cuestiones educacionales, los cambios van poco a poco».

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