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Participantes en el proyecto Julia celebrado en Cuéllar. M. R.
Cuéllar

«Al hablar de salud mental, parece que es tener una depresión y ya»

Una veintena de mujeres del ámbito rural de Segovia participan en un encuentro Julia y comparten experiencias y aprendizajes

Mónica Rico

Cuéllar

Domingo, 9 de noviembre 2025, 13:52

Una veintena de mujeres del ámbito rural de la provincia de Segovia participaron en Cuéllar en uno de los encuentros 'Julia sigue tejiendo', una ... iniciativa impulsada por la Federación Salud Mental Castilla y León que busca reforzar la red de apoyo y empoderamiento femenino en torno a la salud mental. La cita reunió a participantes de los distintos talleres del proyecto 'Julia: Mujeres Rurales y Salud Mental', que desde 2018 se vienen celebrando en municipios segovianos como Ayllón, Villacastín, Cuéllar, Riaza, La Granja de San Ildefonso, Navares de las Cuevas y Valverde del Majano, este último todavía en marcha.

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La jornada, concebida como un espacio de encuentro y convivencia, sirvió para favorecer la creación de lazos personales y comunitarios entre mujeres que comparten experiencias de vida en entornos donde la soledad, el aislamiento y la falta de recursos agravan los problemas de salud mental. Durante la sesión, las asistentes participaron en dinámicas lúdicas, pero también en espacios de reflexión y formación, con el objetivo de fomentar la participación social y el empoderamiento.

Según explicó Patricia Quintanilla López, coordinadora técnica de la Federación y responsable del área de Mujer e Igualdad, el principal obstáculo que afrontan las mujeres rurales con problemas de salud mental es el difícil acceso a los recursos. «A veces el estigma se refuerza con el señalamiento. Por eso es tan importante que salgan, se reúnan, den la cara, aparezcan en un vídeo o en una foto. Es la forma de romper barreras», señaló. Quintanilla recordó que los problemas de salud mental «son los mismos en la ciudad y en el medio rural», pero que en los pueblos se agravan por la falta de servicios, el desconocimiento y el miedo a ser juzgado.

Esa realidad la conocen bien Sagrario y Victoria, dos de las participantes en los talleres desarrollados en la provincia. Ambas fueron derivadas por los Servicios Sociales, que colaboran activamente con el programa. Sagrario atraviesa un duelo personal y asegura que el proyecto Julia le ha permitido sentirse acompañada y útil. «Esto te hace ver que no solo es tu duelo, que hay muchas cosas y que la gente te ayuda, y tú puedes ayudar también. La salud mental es muy variada; hay problemas muy graves, y si puedo aportar algo, estoy encantada de escuchar y empatizar», contó.

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A pesar de considerarse «una privilegiada» por contar con apoyo familiar y social, reconoce que muchas compañeras «están solas, sin red», y que aún existe mucho desconocimiento sobre lo que significa cuidar la salud mental. «Cuando se habla de esto, parece que solo es tener depresión, y hay personas que llevan años arrastrando problemas», lamenta.

También Victoria, natural de Ecuador y residente en un pueblo segoviano tras veinte años en Madrid, ha encontrado en el taller un espacio de comprensión. «Me ha ayudado mucho. A veces nos olvidamos del bienestar emocional y de aceptar los problemas de salud mental. La palabra 'psicólogo' sigue siendo tabú y cuesta reconocer que se necesita ayuda», confiesa.

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La Federación Salud Mental Castilla y León cuenta actualmente con 11 asociaciones en la comunidad, repartidas por todas las capitales de provincia y en localidades burgalesas como Aranda de Duero y Miranda de Ebro. A ellas se suman 24 delegaciones rurales, que acercan los servicios a quienes más lo necesitan. «Queremos estar más cerca de la población y extender el trabajo a todo el territorio, para que todas las personas tengan las mismas oportunidades», destacó Quintanilla.

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