Gonzalo Vivancos: «Hemos pasado de ser los menos permisivos a liberalizar todo»

Como cada primer domingo de octubre, Fuenterrebollo se viste de gala para celebrar sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario. Después de que el año pasado la pandemia provocara la suspensión de estos festejos, este año el Ayuntamiento ha mostrado su cara más flexible dado que el nivel de alerta por covid ha bajado a fase 1 en toda la comunidad y han quedado eliminadas la mayoría de las medidas especiales existentes hasta ahora.

Sin embargo, no serán unas fiestas del todo normales. El alcalde de este municipio segoviano, Gonzalo Vivancos, cuenta que siempre se suelen celebrar de viernes a lunes pero en esta ocasión el programa contempla actividades únicamente para el fin de semana. «Lo vamos a hacer reducido», dice Vivancos, quien admite que este año no tenían pensado hacer fiestas: «Primero, por el riesgo sanitario. Segundo, porque legalmente no podíamos asegurar el cumplimiento de distancias y aforos. Y tercero, porque no tenemos operativa para controlarlo».

Pero como la Junta de Castilla y León cambió la normativa sanitaria el pasado 14 de septiembre, el Consistorio ha decidido preparar al menos dos días de festejos dado que ya no hay restricciones más allá del uso de la mascarilla en interiores y el aforo máximo del 75% en algunos establecimientos hosteleros. «No íbamos a ser nosotros más restrictivos que la Junta», dice Vivancos. Aun así, deja entrever que implantar estas modificaciones en un plazo tan corto de tiempo, a su juicio, no tienen mucho sentido. «Hemos pasado de ser prácticamente los menos permisivos a liberalizar todo», zanja.

Este sábado, día 2 de octubre, se celebrará la tradicional Misa solemne en honor a la Virgen del Rosario, tras la cual saludarán el rey y la reina de las fiestas de 2021 en representación de los quintos, además del rey y la reina de 2020, que no pudieron hacerlo el pasado año.

De 13:00 horas a 15:00 horas, habrá un concierto en la plaza del pueblo del grupo Fede Fieras, que amenizará lo que el alcalde ha bautizado como 'vermú rockero'.

Por la tarde, se colocarán hinchables en las escuelas para los más pequeños y se organizará un torneo de juegos autóctonos, con tirada de chito y bolos.

El domingo, los vecinos se volverán a juntar tras la Misa solemne para tomar el vermú, mientras la charanga Chicuelina recorrerá las calles del municipio, antes de cerrar el fin de semana con la actuación de un grupo de música folklórica segoviana en el espacio multiusos.

Como no podía ser de otra manera, la opinión pública «está un poco dividida» entre los vecinos. El regidor apunta que la gente mayor sigue teniendo cierto miedo, algo que es «normal» porque «lo han pasado muy mal y el susto en el cuerpo no se les va». En cambio, la población más joven está «desatada», cuenta Vivancos, quien asegura que intentará que haya un equilibrio para que todos los habitantes de Fuenterrebollo puedan estar a gusto estas fiestas.

Por eso, aunque habrá verbena nocturna, la orquesta Sirope se ha contratado durante solo dos horas para que la fiesta «no se descontrole», argumenta el alcalde. «No podemos pasar de nada a todo», alega Vivancos, que a su vez es consciente de que la gente necesita salir y retomar la normalidad. «Sobre todo, la gente joven, que se ha portado muy bien durante la pandemia», apunta.

Gonzalo Vivancos reconoce que el Ayuntamiento de Fuenterrebollo no quiere darle «mucha publicidad» al programa para evitar masificaciones en el municipio, que cuenta con unos 300 habitantes pero cuya población, en condiciones normales, se puede llegar a multiplicar por ocho en la época de fiestas. Ahora, a las puertas del final de la pandemia, en Fuenterrebollo solo esperan que los eventos programados para estos días tengan una buena acogida y puedan ser el inicio de la ansiada vuelta a la normalidad.

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