La escasez de agua obliga en Chañe a cortar el suministro durante la noche

Fuentes municipales señalan que durante las jornadas pasadas hasta el depósito municipal no ha llegado todo el agua que se necesita, teniendo en cuenta varios factores. Por un lado el verano, que acerca a multitud de vecinos más al pueblo, llegando incluso a duplicar la población, que se ha podido situar en torno a los 1.500 habitantes. Al mismo se han sumado las fiestas en honor a San Roque, celebradas el pasado fin de semana, con lo que la población ha sido aún mayor y con el agua del depósito no ha sido suficiente para abastecer a todo el municipio.

Es por ello que se llegó a tomar la medida de realizar restricciones. «Estos días de atrás hemos estado cortando el agua por las noches, para hacer menos daño a la gente», apuntan en el Ayuntamiento, señalando que una vez concluidas las fiestas, la población ha disminuido algo, por lo que «parece que estamos más estabilizados». De hecho, ayer mismo se había comprobado que en el depósito había agua suficiente, por lo que se descartaban cortes para esta pasada noche, si bien, el problema no ha terminado, y puede regresar en cualquier momento. Es por ello que «hemos pedido a la gente que sea coherente», apuntan fuentes municipales, señalando que durante estos días de ola de calor habían quienes incluso regaban las paredes exteriores de la vivienda para refrescarlas. También se ha solicitado a los vecinos «que gasten el agua adecuadamente».

Por ello, el Ayuntamiento ha emitido un bando en el que se señala que, para evitar, en la medida de lo posible, nuevos cortes en el suministro de agua, «se prohíbe hacer uso del agua de la red municipal de abastecimiento para riego de patio y huertos, refrescado de viviendas, sólo debiendo utilizarse para el consumo e higiene personal».

Este bando se suma al de los últimos días, en el que se señalaba que «dada la escasez de agua existente en toda la Mancomunidad del Río Eresma» se procedían a llevar a cabo los cortes diarios nocturnos, y se avisaba que la suspensión del suministro podría producirse también en otras franjas horarias del día si la situación persistía, por lo que se rogaba que «se realice un consumo coherente del agua».

El Ayuntamiento de Chañe señala que el problema de la escasez afecta a prácticamente toda la Mancomunidad del Río Eresma, puesto que en la mayoría de los pueblos también se duplican las poblaciones. La entidad gestiona el suministro de agua potable de 31 municipios y cinco entidades locales menores del sur de Valladolid y el norte de Segovia.

Entre las segovianas se encuentran, además de Chañe, otras localidades como Coca, Donhierro, Fresneda de Cuéllar, Fuente de Santa Cruz, Fuente el Olmo de Iscar, Martín Muñoz de la Dehesa, Mata de Cuéllar, Montejo de Arévalo, Nava de la Asunción, Rapariegos, Remondo, Samboal, Santiuste de San Juan Bautista, Tolocirio, Vallelado, Villaverde de Íscar y Villeguillo.

La presidenta de la Mancomunidad y alcaldesa de la localidad vallisoletana de La Pedraja de Portillo, María del Henar González, señala que a nivel de mancomunidad no ha habido ningún problema de abastecimiento, aunque sí que es cierto que en los municipios «estamos consumiendo muchísimo agua», pero por el momento los cortes únicamente han afectado a la localidad de Chañe y a nivel municipal.

«Hay depósitos que se vacían y no da tiempo a reponer el agua porque hay mucho consumo», señala, apuntando que algunos pueblos están teniendo problemas puntuales «porque estamos consumiendo mucha agua. Tenemos a mucha gente este verano en los municipios a causa de la pandemia y como ha hecho mucho calor el fin de semana, con altas temperaturas, pues la gente abusamos un poquito del agua», con lo que en algunos casos no da tiempo a reponer el agua de los depósitos, motivo por el cual se suele decidir realizar cortes por la noche, que es cuando normalmente se opta por suspender el suministro, para que los depósitos repongan litros y poder tener agua con normalidad durante el día.

González señala que es algo habitual que ocurre en los pueblos en verano, «que tenemos mucha más gente de la habitual, y además están las piscinas particulares, los riegos… y vamos al grifo sin darnos cuenta de que todo tiene un límite».