Carrascalejo concentra cuatro de cada cinco obras de nuevas viviendas unifamiliares
La falta de mano de obra hace que el periodo de espera para iniciar una construcción o reforma sea de hasta un año en Segovia
La construcción vive en Segovia una fase de elevada actividad, tanta como permite la disponibilidad de un personal que no es suficiente para satisfacer ... toda la demanda de obra nueva y reformas que hay en la provincia. El verano ha sido una buena época, en la que se ha podido trabajar con continuidad y sin los contratiempos -cada vez menos frecuentes- que supone la climatología en Segovia. «Cada vez hay menos días en los que no se pueda trabajar», subraya Javier Carretero, presidente de la Asociación Provincial de Industrias de la Construcción.
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En el entorno de la capital, las grandes obras son visibles gracias a la presencia de grúas que irrumpen en el 'skyline' de la ciudad. La reconstrucción del teatro Cervantes, el nuevo centro de salud de Nueva Segovia, las viviendas colaborativas junto al edificio del INSS o alguna promoción de viviendas en Comunidad de Ciudad y Tierra concentran la mayor parte de las grandes intervenciones, aunque las pequeñas empresas de construcción, las que cuentan con menos de cinco empleados, tienen su agenda repleta de proyectos de reforma de pisos, sobre todo en el casco antiguo y con la intención de ser alquilados después a universitarios.
Carretero señala, por lo tanto, que hay trabajo en Segovia, aunque no hay manos suficientes para llevarlo a cabo. «Hay 261 personas en el paro que están apuntadas en el sector de la construcción. Me gustaría saber dónde están porque no parece que tengan intención de trabajar. Algo pasa ahí», lamenta el presidente de los constructores. Un problema de hace tiempo que se traduce en un tiempo de espera de hasta un año para poder iniciar una obra. Y si hace unos años un promotor valoraba ocho o diez propuestas antes de decidirse por una, ahora apenas busca dos o tres con el plazo más corto posible para poder iniciar los trabajos.
La solución no es sencilla. Apenas hay relevo generacional para un sector en el que la edad media se sitúa entre los 50 y los 55 años y que en Segovia no tiene la capacidad de salir fuera para encontrar esa deseada mano de obra necesaria. Alternativas utilizadas por otros sectores, como el del transporte —contratar personal en países como Perú—, no se contemplan en la construcción. «Tiene unos costes elevadísimos y el empresario no se la juega. Quiere a alguien que sepa con seguridad que va a funcionar. Además, el 90% de las empresas tienen dos o tres trabajadores y no están capacitadas para ello. No son Ferrovial, que puede ir a buscar 100 trabajadores fuera», comenta. Y aunque en los últimos años se ha estabilizado la caída, el sector de la construcción, que hace no mucho contaba con 800 empresas en la provincia, apenas supera en la actualidad el medio millar, con alrededor de 4.000 trabajadores. «Necesitamos como mínimo otros 800 más», subraya.
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261 personas
hay en paro en la provincia de Segovia en el sector de la construcción.
50-55 años
es la edad media de los trabajadores del sector de la construcción en la provincia.
En este contexto, Carretero expone que el sector privado sigue siendo el más interesante para los constructores segovianos. Pese a los grandes anuncios de las Administraciones públicas con proyectos como el Centro de Interpretación del Acueducto o el plan de Las Lastras, las condiciones que ofrecen no son óptimas, «con precios que llevan años sin actualizarse» o una exigencia en el cumplimiento de los plazos —que en ocasiones conlleva penalizaciones— que no es tal en el sector privado. «Es mucho más cómodo», comenta el presidente de Apic, quien espera que en los próximos meses aumente el porcentaje de obras públicas que quedan desiertas en los procesos de licitación. Uno de los últimos ejemplos en Segovia capital ha sido el de la musealización de la plaza de Guevara.
Suelo disponible
En Segovia capital, Carretero señala dos problemas fundamentales. Por un lado, la falta de agilidad del área de Urbanismo, que según el presidente de Apic no termina de resolverse. Por otro, la falta de suelo para desarrollar vivienda nueva, más allá de alguna promoción que se ejecuta en el barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra. «Nos estamos quedando sin suelo. Estamos como hace quince años», indica.
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Así, apunta que la mayor demanda en la actualidad para el sector es la construcción de viviendas unifamiliares, un tipo de casa que en la capital segoviana no tiene espacio. Ahí lleva tiempo emergiendo, según reconoce Carretero, el núcleo de Carrascalejo, en Palazuelos de Eresma, donde se concentran cuatro de cada cinco construcciones de vivienda unifamiliar del entorno de Segovia. «En la ciudad no se puede hacer nada y en Carrascalejo hay mucho suelo todavía», comenta. Un desarrollo al que se unirá en breve el de los terrenos de la antigua Segovia 21 (Quinta Real) comprados hace más de un año por La Farm, una vez solventados los problemas que tenía Palazuelos de Eresma con la Confederación Hidrográfica del Duero por un arroyo inexistente.
No obstante, Carretero insiste en que no es suficiente para satisfacer toda la demanda que hay en Segovia y llama la atención sobre el futuro desarrollo del área industrial de La Costanilla. Aunque duda de que vaya a convertirse pronto en una realidad, se pregunta, en primer lugar, de dónde va a salir la mano de obra para ejecutar el nuevo polígono industrial y para hacer funcionar las empresas que se instalarán en la zona. Además, subraya que, para poder afrontar el crecimiento de población ligado a ese desarrollo industrial, también hacen falta viviendas que actualmente no están previstas en la ciudad.
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