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Un aficionado busca setas en un pinar de Cuéllar. M. R.
'Barra libre' de setas en los pinares de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar

'Barra libre' de setas en los pinares de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar

En la zona no hay restricciones para la recolección

Mónica rico

Cuéllar

Domingo, 11 de noviembre 2018, 20:25

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Aunque este año con algo de retraso, finalmente la época de las setas y los hongos ha llegado a la Tierra de Pinares. Las lluvias de las últimas semanas han conseguido que los montes y bosques de la zona se llenen de especies y de aficionados, tras unos días de frío y algunas débiles heladas que anunciaban una escasa temporada, aunque finalmente la mejora de las temperaturas ha conseguido que durante estos días las setas se encuentren en su máximo esplendor. Hasta ahora, aunque muchos aficionados han registrado los pinares, apenas conseguían recolectar algunas setas y varios ejemplares de níscalos, los más populares de la zona y estrella de la cocina de otoño en muchos hogares. Sin embargo, en los últimos días, las cifras han aumentado, y muchos recolectores consiguen varios kilos del tan preciado hongo, que no falta en las comidas de noviembre con patatas, a la plancha o rebozados, situándose como uno de los clásicos de la cocina otoñal en la comarca. Y también un año más, desde la sección de Medio Ambiente de la Comunidad de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar, se realiza un llamamiento a los buenos hábitos recolectores, ante la campaña micológica. También se ofrecen consejos para que, de la manera más respetuosa, todos los aficionados puedan hacer uso de este aprovechamiento.

Como de costumbre se pide a los aficionados que tengan en cuenta aquellas zonas en las cuales la recogida de setas está regulada, lo que no ocurre en ningún pinar propiedad de la Comunidad, pero sí en distintos puntos de la provincia, por lo que se pide asegurarse de si la zona está sometida a regulación o no, y en caso afirmativo obtener los permisos necesarios. También se advierte de las normas generales de comportamiento en la naturaleza, como evitar fumar en el monte, no verter contaminantes o residuos en ríos, arroyos y fuentes, no dañar las plantas, recoger todo una vez que se deje el campo, y evitar, en la medida de lo posible, el uso de vehículos a motor por el interior del monte.

Para el momento de la recolección se aconsejan prácticas respetuosas con el monte, como no destruir los ejemplares que no se vayan a recolectar, ya que todos desempeñan una función ecológica; recoger únicamente las setas y hongos que se vaya a consumir o estudiar, y únicamente aquellos que se encuentren en óptimo estado de maduración, es decir no aquellos muy jóvenes, que puede ser complicada su identificación, ni aquellos muy viejos, que pueden estar agusanados o estropeados.

Igualmente se aconseja no recolectar en áreas que pueden estar contaminadas, como los bordes de la carretera; y llevar el equipo básico de recolección, donde no falta una cesta de mimbre o un recipiente similar, que ayuda a la mejor conservación de las setas y a diseminar sus esporas por el monte, por lo que se pide que no se utilicen bolsas de plástico. Dentro del equipo también se incluye una navaja para cortar los ejemplares de forma limpia, sin dañar lo que puede haber alrededor, y no arrancar los ejemplares para no dañar el micelio, a excepción de si el ejemplar es para su estudio y se necesita completo.

Teléfono móvil

Como recomendaciones a incluir en este equipo aparecen un cepillo, para limpiar los hongos en el propio monte, con lo que se quedarán allí la tierra y las esporas; una cámara fotográfica, para aquellos que vayan a estudiar los ejemplares; e incluso una guía, para ayudar en la identificación de los ejemplares que se quieren recolectar. También se propone una brújula, un mapa y un teléfono móvil, y se recuerda la prohibición de la utilización de rastrillos u otros utensilios para la búsqueda, ya que con ellos se daña el micelio del hongo. Desde Villa y Tierra también se ofrecen consejos básicos para antes de la salida a la recolección, como decir a alguien a qué lugar se dirigen o procurar no salir solos, llevar ropa cómoda, acorde con la estación e incluso asistir a cursos, exposiciones y conferencias para conocer más sobre el mundo de la micología, y en caso de duda consultar con expertos y asociaciones.

Una vez recolectados y preparados para el consumo, los consejos apuntan a no hacer caso a refranes o dichos populares sobre la comestibilidad de las setas, teniendo en cuenta que de forma excesiva o reiterada pueden provocar trastornos digestivos o de otra índole. El consumo de ejemplares viejos, agusanados o en mal estado puede provocar trastornos fisiológicos en el organismo. Las setas no deben dejarse mucho tiempo en el frigorífico y han de consumirse lo antes posible, y se deben extremar las precauciones al realizar conservas caseras, pues existe peligro de botulismo.

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