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elena rubio
Martes, 2 de mayo 2017, 11:00
En muchas ocasiones es difícil encontrar algo que se busca con ahínco o resolver determinadas dudas porque no se sabe dónde acudir. Es lo que les sucede a algunos aficionados a la numismática: muchas de las palabras que se utilizan en esta disciplina son específicas del país originario de la moneda, son giros del idioma cuya traducción literal a veces no aporta el conocimiento inmediato. Nombres como perra gorda, novenos, patacones o los medio leche son términos españoles muy concretos pero que no tienen correspondencia en otros países, lo que hacía muy complicado para numismáticos extranjeros conocer su significado. Y lo mismo ocurre con otras expresiones en inglés, como dime, diez centavos, o biscuit, que no se refiere a un bizcocho sino al amasijo de monedas de plata extraído de naufragios españoles.
El hecho no pasó desapercibido para el coleccionista norteamericano Gary Beals. Este expiloto de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, experto en marketing, publicidad y relaciones públicas, aficionado a las antigüedades y la numismática, decidió vivir en Segovia porque aquí está la Casa d ella Moneda más sofisticada del siglo XVI, y acaba de publicar El Numiscadero: diccionario numismático, «una herramienta para el aprendizaje de la numismática más divertido y una experiencia más rica. Este es un punto de saltar a los rincones más profundos del mundo numismático».
Gary Beals empezó a sentir curiosidad por la numismática desde que era adolescente, cuando estudiaba en el instituto. Con tan solo 16 años se le presentó una oportunidad «única» viajar solo a Perú, Panamá y Costa Rica «en busca de monedas hispanoamericanas». A los 21 años escribió Numismatic Terms of Spain & Spanish America, de apenas 85 páginas, unglosario de términos que ahora gracias a El Numiscadero «se ha ampliado considerablemente».
Graduado en periodismo, relaciones públicas y publicidad, durante su época universitaria escribió bajo el pseudónimo de El Numiscadero, nombre con el que le apodó un amigo. De ahí que, después de muchos años, no se lo pensó mucho para que este nombre diera título a su obra. Es una palabra «original que no había sido utilizada», cuya primera parte hace referencia a la numismática, mientras que «el sufijo dero indica instrumento o medio. Era un buen nombre para este diccionario especializado».
Beals reside en Segovia con su mujer desde el año 2004, un lugar «con encanto», que le permite estar cerca de la Casa de la Moneda de Segovia, de la que también habla en el libro.
Explica el veterano numismático que en el volumen de 354 páginas se recogen 2.543 términos en español, 1.876 términos en inglés y 1.264 ilustraciones y fotografías, lo que, a su juicio, lo convierte en «el diccionario numismático español-inglés más extenso en el campo».
El libro consta de cuatro partes. Arranca con una introducción, para continuar con un glosario de español a inglés que contempla desde «los procedimientos de las cecas coloniales españolas hasta el argot para las monedas», y luego, lo más novedoso, un glosario de inglés a español que «permite relacionar los dos idiomas de una forma completa», puntualiza. En este apartado se recogen expresiones inglesas acerca de la producción de la moneda, su coleccionismo y la numismática hispana, donde «por ejemplo, la palabra bit, se remonta a su origen colonial en este glosario».
La última parte recoge un importante listado de las principales asociaciones numismáticas, de clasificación de monedas, de monarcas de Gran Bretaña, emperadores romanos, listas de Papas, presidentes de los Estados Unidos Estados y reyes españoles desde los visigodos. Con ellos, los coleccionistas pueden resolver de forma «rápida» cualquier dificultad: Beals también ha incluido listados sobre las formas de las monedas y medallas, el argot del dinero tanto en inglés como en español, y una lista relacionada con el poder adquisitivo actual de las monedas antiguas españolas.
Herramienta útil
El autor también aclara que su obra está especialmente dirigida a los coleccionistas, ya que puede serles de gran utilidad para conocer términos muy específicos de numismática que en diccionarios normales pueden no encontrarse, como por ejemplo, para los coleccionistas de habla hispana que no encontraban traducción en palabras inglesas como «slabs, cuds o whizzing», apunta.
Según Beals, todos los términos incluidos en el libro son reales. «Hay pruebas que muestran que el término se ha utilizado o está en uso en alguna parte del mundo de habla española o inglesa». También explica que muchas de las palabras son regionalismos, utilizados en sólo una parte del mundo español. Por ejemplo, en Hispanoamérica se hablaba «de ocho reales, mientras que en España la moneda se llamaba más a menudo un real de a ocho».
Esta primera edición de El Numiscadero es de 1.000 ejemplares «numerados en serie, muy propio de coleccionistas». La mitad los ha llevado a California, estado natal de Beals, y el resto para su distribución en Europa. En Segovia puede encontrarse en la tienda de filatelia y numismática Doblón y en la de la Real Casa de Moneda. Para los aficionados y distribuidores de fuera de Segovia, puede adquirirse directamente en segovia.gary@yahoo.com. Cuesta 39 euros para el público en general y treinta para miembros de asociaciones numismáticas o culturales.
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