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Visita de la consejera, Milagros Marcos.

El Centro Ecuestre, hacia la autogestión

El nuevo status impuesto por la Consejería que dirige Milagros Marcos es el final de las ayudas públicas defendidas por la valedora del proyecto, Silvia Clemente

César Blanco Elipe

Domingo, 4 de diciembre 2016, 17:18

bían que Segovia posee el centro hípico más importante de España? Posiblemente les sonase, o tal vez ni eso; pero lo que es prácticamente seguro es que no lo conocen. Pues sepan que no solo sacan pecho de instalaciones y actividad la madre Junta de Castilla y León que lo alumbró a comienzos de este siglo, con la actual presidenta de las Cortes regionales a la cabeza, Silvia Clemente. Por esos albores de la centuria, la segoviana cambió Medio Ambiente por Cultura, Deportes y Turismo para luego dirigir el área de Agricultura y Ganadería.

Y a caballo entre esos tres departamentos se volcó en modernizar la Escuela de Capacitación Agraria, que ya funcionaba desde 2001, a su paso, en las dependencias regionales de la carretera de Arévalo, a apenas cinco kilómetros de la capital.

En sus inicios, la oferta académica y práctica atraía a apenas quince alumnos, pero la incorporación de las enseñanzas relacionadas con la equitación y el mundo del caballo disparó la demanda hasta alcanzar un volumen de inscripciones de ochenta estudiantes.

«Ha marcado un hito»

Quizás tampoco les suenen demasiado nombres como el de Luis Álvarez Cervera, Luis Astolfi, Alejandro Jodrá o José Antonio De Wit. Pues ellos, además de otros menos reconocidos y reconocibles, han sido alumnos, sí, alumnos, en el centro segoviano. El primero ganador de varios diplomas en sus seis participaciones olímpicas se felicitó de poder contar en el país con el centro ecuestre regional, el cual «ha marcado un hito».

Pero se preguntarán qué hacía este ramillete de expertos campeones hípicos ejerciendo de aprendices. Participaban en el que fue el primer curso de Técnico Deportivo en Equitación de Nivel I, realizado en colaboración con la Federación Hípica Española, y dirigido a jinetes de alta competición. El lugar elegido, Segovia. Era el año 2010 y el centro ecuestre ya había acelerado el paso y operaba a un trote considerable de torneos. «Hace 30 ó 40 años decíamos que necesitábamos un lugar que impartiera formación técnica deportiva y actividades prácticas; hoy ya lo tenemos», dijo entonces Luis Álvarez Cervera.

Otra voz autorizada de la equitación en España, la de Eduardo Álvarez Aznar, compartía las alabanzas de su colega hacia las instalaciones segovianas: «Ahora tenemos un lugar para poder dar clases y así se equipara España con otros países como Francia o Alemania». Precisamente esa ambición internacional fue una de las muchas declaraciones de intenciones que hizo Silvia Clemente en su empeño por sacar adelante y promocionar el centro. Al igual que Álvarez Cervera, Luis Astolfi fue otro de los alumnos de aquel primer curso en el que estuvieron unos treinta jinetes. Este olímpico también ensalzó «el gran nivel» de las instalaciones. Todas aquellas loas del olimpo hípico nacional confirmaban el acierto de Clemente, y por ende, de la Junta. Al menos, en su apuesta formativa.

A lo largo de los once años de centro ecuestre, la actual presidenta de las Cortes regionales ha aludido y subrayado en varias ocasiones (la última cuando este verano defendía la pervivencia de las ayudas de la Junta en favor de la actividad del centro) la proyección económica de seis millones de euros prevista para Segovia. Ese era el millonario montante al que ascendía la repercusión calculada y acompasada por la creciente dinámica de campeonatos, eventos, congresos, exhibiciones y demás servicios relacionados con la divulgación equina y el cuidado del caballo. Una ambición que había costado, tras la construcción y puesta en marcha del picadero cubierto, unos ocho millones de euros.

Dicho cálculo sobre el impacto anual incluía, por ejemplo, la previsión del gasto en restaurantes y alojamientos por parte de participantes y acompañantes en los acontecimientos programados, explican fuentes de la Consejería de Agricultura y Ganadería, que ahora dirige Milagros Marcos. «Era un estudio que se hizo», sostiene a día de hoy el departamento que lideró Silvia Clemente entre 2007 y 2015.

Beneficio de 300.000 euros

En esta legislatura el Centro Ecuestre de Castilla y León ha dado otro paso más. El tiempo dirá si acertado o no. Con las riendas de la política agraria y ganadera en manos de Milagros Marcos, la Administración regional decidió cambiar el modelo y aupar la autogestión. A tenor de lo explicado por la propia consejera y por representantes de su equipo desde antes del verano, los números avalaban y cargaban de razón la medida de retirar las subvenciones con las que la Junta venía nutriendo a la explotación de las pistas, establos y picadero cubierto para costear sobre todo el caro mantenimiento de las dependencias. El equipo de Marcos concluyó que el cruce entre la variable de la actividad que debe albergar el centro y el precio mínimo arrojaba un beneficio de 300.000 euros, por lo que no era necesaria la ayuda, que en los últimos tiempos ascendía a 270.000 euros.

«La nueva etapa»

La Federación Hípica de Castilla y León advirtió que sin ese dinero procedente de las arcas del Ejecutivo autonómico iba a ser difícil continuar a lomos del centro. De hecho, cuando se concretó el viraje administrativo la federación no tuvo más remedio que apearse. Entre julio y septiembre la inexorable burocracia sorteó las críticas que se alzaron al paso de la propuesta de autogestión. En la orilla de los detractores se posicionaron la Federación Empresarial Segoviana, el Ayuntamiento de la capital, la Agrupación de Industriales de Hostelería, así como la federación hípica regional y la presidenta de las Cortes.

Todos enarbolaron la bandera del rechazo por el temor a una posible privatización, y empuñaron, unos con más vigor que otros, el argumento de los seis millones de euros que indicaba aquel estudio sobre la repercusión global de la actividad del centro en la economía segoviana. A pesar de la presión, la Consejería de Agricultura y Ganadería se mantuvo firme. Cinco ofertas presentaron sus propuestas. La valoración determinó que fuera la empresa radicada en Murcia, Andrea Martínez S. L. la que cabalgara a lomos del centro ecuestre durante los próximos dos años.

Milagros Marcos visitó este lunes pasado las dependencias de la carretera de Arévalo. Recorrió las instalaciones junto al nuevo equipo director en lo que fue una especie de agarre oficial de las riendas. Esta toma de contacto con los dominios ecuestres fue el símbolo del cambio de modelo hacia la autogestión y de «una nueva etapa», como dejó bien claro la titular regional. Ni mejor, ni peor, distinta a la que ha conocido el centro.

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