Asia te invita a conectar
La Escuela de Artes Orientales celebra durante el fin de semana dos jornadas de puertas abiertas para dar a conocer su actividad
nacho barrio
Jueves, 21 de enero 2016, 13:14
El pabellón Pedro Delgado ha sido escenario a lo largo de su historia de competiciones de todo tipo, momentos en los que los contendientes han puesto todo lo que tenían sobre la cancha para conseguir un único objetivo: ganar. Los cuerpos se han llevado al máximo, los centímetros han sido claves y el sudor ha sido ingrediente indispensable. El coste de levantar el trofeo. La firma para pasar a la historia.
En las salas anexas al pabellón se respiran otros aires. La competición deja paso a otras disciplinas y actividades que, sin perder ese aroma deportivo, tratan de darle una vuelta a la pura competición. O al menos de ponerla en su contexto.
La Escuela de Artes Orientales de Segovia cumple algo más de cuatro años viendo el cuerpo humano como algo más que una masa en movimiento. Con herramientas milenarias como el pilates, el yoga, el taichí o el chikú, Ana Belén Vela y Jordi Bellavista apuestan por una conexión que tiende a perderse en el caos del día a día.
«Tratamos de hacer llegar a la gente disciplinas milenarias que, además de suponer un buen entrenamiento físico, tienen esa parte de consciencia del cuerpo, de desarrollo de la mente, de buscar la relajación para lograr el bienestar integral». Así lo explica Ana Belén Vela, que se encarga de impartir las clases de pilates y yoga. Esa comunión entre cuerpo y mente es el punto de partida sobre el que empezar a trabajar. Los ejercicios que se realizan en cada clase buscan «empezar a generar consciencia corporal. No somos el físico o el nombre que tenemos, sino lo que hay detrás del cuerpo que manejamos».
De ahí la razón de volver a las esencias que ofrecen desde épocas pretéritas las disciplinas orientales. Con tiempo para explicar, Jordi Bellavista apunta que «normalmente vivimos a un ritmo diferente al natural, haciendo más cosas de las que podemos abarcar. En clase lo vemos, cuando estás más fino la atención que pones es más intensa y te involucras más en el aquí y ahora. Es encontrar ese lugar en el que hay calma. El taichí y el chikú son el barniz que te pones en las articulaciones».
Volver a sentir
La idea de la escuela es clara: apostar por volver a sentir. El ejemplo, como no podía ser de otra forma, también se muestra cristalino: «Todos tenemos columna vertebral, pero nunca hemos pensado en estirar hasta que llegan los dolores o la lesión». Ana Belén señala en la misma línea que las disciplinas que se imparten «ayudan también a los deportistas de élite, como pueden ser ciclistas o montañeros, ya que aprenden a estirar correctamente e incluso pueden llegar a alargar su vida deportiva».
La Escuela de Artes Orientales ofrece el sábado y el domingo sendas jornadas de puertas abiertas para que todo aquel que esté interesado pueda probar sin compromiso. Una opción para volver a conectar cuerpo y mente en una sociedad que tiende a la desconexión natural.
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