Los hosteleros de Salamanca piden reabrir el interior de los bares y la dimisión de Mañueco e Igea

Los hosteleros protestaron ayer, con una concentración pacífica y respetando en todo momento las distancias de seguridad, frente a la sede de la DelegaciónTerritorial de la Junta para exigir al Ejecutivo regional que «asuma sus responsabilidades» por los errores cometidos en la gestión de la pandemia.

Los discursos de la concentración, verbalizados por el presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería, Álvaro Juanes, y el vicepresidente de dicha asociación, Jorge Moreno, estuvieron cargados de duras críticas contra las medidas restrictivas promulgadas por la Junta para intentar frenar la propagación del coronavirus.El blanco de las diatribas dialécticas fueron los tres altos cargos de la Junta que semanalmente convocan ruedas de prensa para explicar y justificar las medidas restrictivas que consideran necesario aplicar para combatir la covid-19, como son el presidente de la Junta, AlfonsoFernández Mañueco, el vicepresidente y portavoz Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado. «¡Lo están haciendo muy mal, qué se vayan ya¡» fue el contundente mensaje de los hosteleros, quien reivindicaron especialmente la gestión que está desarrollado la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para luchar contra la pandemia. «Hay que aprender de lo que está haciendo la señora Ayuso, que ha declarado públicamente que se niega a que arruinen la hostelería», enfatizó Jorge Moreno en su alocución, quien recordó que las reservas hoteleras para el próximo verano ya están evidenciando el declive al que puede verse abocada España en materia turística por culpa de las restricciones, como se refleja en el hecho de que Grecia ha superado ya a España como destino vacacional preferido para el periodo estival.

Por su parte, Álvaro Juanes acusó a Mañueco,Igea yCasado de adoptar decisiones que han tenido como primer objetivo «restringir las actividades hosteleras, criminalizando a nuestro sector como si fuera el causante de la pandemia». Denunció en este sentido que «nos han recortado horarios de trabajo y aforos en los calles, nos han prohibido trabajar en el interior de nuestros establecimientos y han llegado, incluso, a limitar la libertad de circulación de la ciudadanía ordenando la reclusión domiciliaria a las ocho de la tarde, medida desconocida en el resto de España, que el Tribunal Supremo ha dejado sin efecto por ser contraria y más restrictiva que la legislación instaurada por el Gobierno Central, cuya errática y contradictoria gestión ha dado lugar a que España haya encabezado los peores índices de toda Europa».

Juanes puntualizó que «cuando hablamos de su errática gestión no ponemos el acento en ideologías políticas, Da igual si quien trae la ruina a nuestras empresas es de izquierdas o de derechas...., Exigimos su responsabilidad por sus promesas incumplidas, por faltar a su palabra», poniendo como ejemplo el anuncio que realizó meses atrás Igea sobre la puesta en marcha de un plan de choque con ayudas directas al sector.

Juanes lamentó, dirigiéndose a Igea, que «no son sus ayudas lo que percibimos, sino su arrogancia y sus restricciones... No han ofrecido una sola palabra de disculpa ante la decisión del Tribunal Supremo, ni reconocen que pudieron cometer un error por confinar a los ciudadanos a las ocho de la tarde... Al contrario, su única respuesta fue confinar a la hostelería a la misma hora».Arguyó que «si la evolución de la pandemia es positiva, «¿por qué no se plantean reabrir el interior de nuestros locales?». Yes que, a su juicio, la Junta «sigue poniendo en el punto de mira a la hostelería, como si el hundimiento de nuestro sector fuera la solución a la propagación del coronavirus». También proclamó que «tampoco somos curvas estadísticas que tanto les gusta manejar, esas que cuando marcan subidas en los índices de la pandemia sirven para culpar a los ciudadanos y que cuando dichos índices descienden sirven para regocijarse por sus decisiones políticas».

Los hosteleros finalizaron la concentración con simbólicas roturas de platos para ironizar que «los platos los tengamos que pagar los hosteleros».