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Bauti Llopis posa con su gran obra, el circuito que lleva su nombre y que recuerda al mítico Indianápolis.

Circuito Baullopolis, el sueño de la velocidad que nació en Peñaranda

La estructura lleva casi tres kilómetros de cable y cuenta con siete volantes desde los que se conducen los vehículos

Cecilia Hernández

Jueves, 17 de septiembre 2015, 12:07

Muchos años de paciente y minuciosa construcción de grandes maquetas de trenes lo contemplan. Bautista Llopis Pérez lleva a sus espaldas miles de horas dedicadas a su pasión, la reconstrucción a pequeña escala de grandes obras de ingeniería civil, algunas de las que han llegado a varios lugares de España.

Una afición y maestría que en los últimos meses ha estado centrada en una aventura aún más impactante: la reproducción de un circuito de Fórmula 1 que partirá en unas semanas para exponerse en el conocido parque temático de Terra Mítica, en Benidorm. A través de un familiar, la gerencia del parque supo de Bautista Llopis, Bauti para sus muchos amigos y conocidos peñarandinos, que ni corto ni perezoso y sin pensarlo dos veces se puso manos a la obra.

Desde el 22 de noviembre del año pasado y hasta que la maqueta viaje a tierras levantinas, Bauti emplea cerca de ocho horas diarias en el proceso de construcción. El edificio del Merca Rural alberga la sala, cedida por el Ayuntamiento, en la que se desarrolla el sueño de un aficionado a las carreras de coches, que ha preparado con mimo y detalle su particular circuito que, como no podía ser menos, lleva de nombre Baullopolis.

Como esa denominación indica, el circuito está inspirado en el mítico Indianápolis, pero con alguna peculiaridad especialmente añadida por Bauti. «He construido un puente, que es una infraestructura que no se da en los verdaderos circuitos, por cuestiones de seguridad, porque si no los coches podrían salir volando», explica con tranquilidad.

Más de dos kilómetros de cables, 2.380 metros en concreto, que unen materiales en algunos casos traídos hasta de Italia, y que partirán hacia Benidorm en cajas especialmente preparadas para que allí no haya problemas en el montaje y en el posterior funcionamiento.

Antes, sin embargo, todos los peñarandinos que lo deseen podrán contemplar la maqueta y competir con los coches. Será el último fin de semana de este mes, los días 25, 26 y 27, cuando se organizará una jornada de puertas abiertas en el Merca Rural, a la que están invitados todos los ciudadanos así como la Corporación municipal. Y es que esa es la finalidad de este circuito: el juego. Como un gran Scalextric, permite la competición entre siete participantes, que dirigirán a sus automóviles desde unos volantes situados a un lado del circuito. Esos volantes llevan una pequeña pantalla en la que se puede vigilar la trayectoria del coche en todo momento del juego.

«En un futuro me gustaría añadir pedales, para que también se pueda manejar el vehículo con los pies», señala el autor. Un modo de acercar aún más la experiencia de la conducción a los que se animen a probar esta maqueta, que está preparada para coches de carreras como los que suelen competir en ese Indianápolis en el que se inspira, pero también sirve para motos y para «cabezas tractoras», esos camiones sin carga, cuyas carreras y competiciones tienen tanta popularidad en los Estados Unidos.

Pero como buen peñarandino, Bauti Llopis no podía dejar a su pueblo fuera de esta aventura. Entre los cientos de pequeños detalles que convierten al circuito en una exposición que bien merece una visita tranquila y detenida, también habrá hueco para un recuerdo de Peñaranda. «Siempre fue mi condición, que en el circuito se nombrara a Peñaranda de Bracamonte de algún modo». Así, en un lateral se podrán contemplar dos blasones con el escudo de la ciudad y una reproducción del Ayuntamiento, junto a la plaza de la Constitución y la cercana plaza de Agustín Martínez Soler, más la iglesia parroquial. «Mi hijo me dijo que no podía dejar fuera a la parroquia, así que también estará», apunta Bauti.

Detalles peñarandinos

Además, como decíamos, en el circuito se pueden encontrar detalles muy peñarandinos, como un pequeño coche donado por la Policía Local de Peñaranda, o nombres de empresas que han colaborado con el proyecto. También hay muchos materiales reciclados y una colección de camiones antiguos que le dan un toque retro a todo el proyecto. Chimeneas que echan humo, fuentes con agua corriente, un futuro parque de atracciones de estética vintage, no falta un detalle en Baullopolis, el proyecto más personal y arriesgado de este artista sencillo llamado Bautista Llopis.

«Hay maquetas mías repartidas por toda España», recuerda con modestia aquel que desarrolló este amor por los mundos en miniatura siendo un niño, cuando las latas y otros utensilios eran trenes con los que jugaban los más pequeños. «Mi padre también me influyó mucho, él siempre se dedicó a la farándula y me animó a dedicarme a este oficio».

Un oficio con el que piensa seguir y seguir, sin descanso. Aún quedan unos meses para que se despida del circuito, pero ya tiene en mente su próximo proyecto. «Aunque mi mujer se divorcie de mí», bromea. Será una maqueta de trenes que reproducirá las estaciones alemanas de Bonn y Baden-Baden y parte de ambas ciudades, más un parque de atracciones. Otro proyecto en el que emplear meses, trabajo y talento y que terminará a buen seguro de nuevo sorprendiendo a propios y extraños como lo hace Baullopolis.

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