La Alberca celebra con devoción y tradición el día del Cristo del Sudor

La Cofradía del Santísimo Cristo del Sudor de La Alberca celebró ayer su día grande, una fiesta que se inició hace más de cuatro siglos, cogiendo más fuerza en 1656, cuando la talla del Cristo sudó sangre, un milagro que fue certificado por Roma, enviando como testimonio una espina de la corona de Cristo, la cual se venera en este día.

La Cofradía, anterior a este hecho y que mantiene unos estatutos que datan del siglo XVII, celebra este día con gran devoción y respeto a sus propias tradiciones. Una de estas tradiciones es la que marca que el cargo de abad, máximo representante de la Cofradía y que este año ha sido Manuel Sánchez Hoyos, dure solo un año y sea solo una vez en la vida.

Según sus costumbres, los 85 cofrades que actualmente conforman la Cofradía van a buscarle hasta su casa, ataviados con la capa castellana y sombrero de ala ancha, en dos filas que encabezan el tamborilero y después el abad, llevándolo hasta la iglesia donde se celebra la misa, tras la cual vuelven a llevarlo a casa. Por la tarde, para la celebración del rosario, la tradición se repite.

Después del rosario los cofrades comparten un convite, a cargo del abad, y mantienen una reunión en la que, entre otras cosas, se decide la entrada de los nuevos cofrades.