Weissman: «El Real Valladolid es mi casa, no quería dejarles tirados en Segunda»
El delantero israelí ha asegurado que se siente «muy cómodo» en el club y que intentará que sus goles sirvan para lograr el objetivo de volver a Primera
«Siento este Club como mi casa y mi único objetivo es volver a Primera. Todo el mundo, afición, staff, merece estar en Primera ... y yo no podía dejarles tirados por estar en Segunda«. Así ha iniciado su primera comparecencia en rueda de prensa el delantero israelí del Real Valladolid, Shon Weissman, quien ha dejado claro en sus primeras declaraciones que está «muy cómodo y muy contento en la ciudad con el cariño tanto del la gente como del club y todos en general«.
El ariete blanquivioleta, que aún no se ha atrevido a realizar la rueda de prensa en castellano, sí que se ha valido de algunas palabras en español para mostrar su satisfacción por la victoria del pasado domingo ante el Alcorcon y aclarar que no quiso dejar el club en ningún momento tras el descenso a Segunda. Sobre la categoría de plata, Weissman ha señalado que la «gran diferencia» es la exigencia para «ganar cada partido» ahora, una situación que le agrada. «Por mí mejor, tenemos el balón, somos protagonistas y nuestro objetivo es estar arriba y subir a Primera División, ha reconocido.
Con la vista puesta en el partido en el viaje a El Toralín para enfrentarse ante la Ponferradina, el delantero del Pucela ha subrayado que «si no ganamos este partido, la victoria anterior no vale de nada», en referencia a que se debe aprovechar la inercia y la buena imagen ante el Alcorcon para conseguir más victorias. «Esta jornada cambiamos el plan de partido y hemos visto un buen equipo sobre el césped, no es una liga fácil y hay que dejar atrás esos tres partidos y centrarse en lo que viene por delante«, ha aseverado.
Autoexigencia y satisfacción por el equipo
Respecto a su actuación ante el cuadro madrileño, el 9 del Real Valladolid ha lamentado que «no se marchó feliz» consigo mismo porque aunque hizo un gol «pudo hacer dos o tres más», en un alarde de autoexigencia en el que también ha mostrado su satisfacción con el juego del equipo y por poder conseguir «los tres puntos para los fans». Ahora toca «seguir, seguir y seguir» ha afirmado en perfecto castellano.
Preguntado por las diferentes tácticas expuestas por Pacheta en las que ha jugado tanto solo como con acompañante en la punta de ataque, el de Haifa ha expresado que «aunque su trabajo es jugar y no fijarse en esas cosas», le agrada más tener un compañero como referencia en la delantera, situación que se dio ante el Alcorcón. De sus compañeros de posición, Weissman ha apuntado que tanto «Sergio como Cristo son buenos futbolistas y buenos compañeros, me gustan mucho» pero que «como todo en la vida, lleva tiempo« adaptarse dentro del campo y con trabajo y entrenamiento se irán compenetrando mejor.
Además, sobre su rendimiento en estas siete jornadas, en las que ha anotado dos goles, Weissman ha destacado que lo que quiere es «jugar cada partido haciéndolo lo mejor que pueda» y por supuesto «marcando en cada partido». Como uno de los jugadores más queridos por la afición vallisoletana, el israelí ha agradecido el cariño, sobre el que ha dicho que «por eso es futbolista, para recibir el cariño de la gente».
Buena conexión con afición, entrenador y compañeros
Dentro de esa conexión con la afición, uno de los sellos que ha dejado marca entre los aficionados ha sido la particular y carismática celebración del '¿Qué pasa? que se ha convertido en una de las imágenes más reconocidas del ariete. Sobre ella, ha explicado que comenzó como una manera de justificar su trabajo, de decir «¿Qué pasa?, mi trabajo es meter goles» y que fue calando en la hinchada.
Tanto es así que al ver que gustaba a los seguidores y que a él «también le gusta», decidió seguir haciéndola en cada gol. Justo después de ese gesto, el 9 blanquivioleta ha expresado que reza «en señal de agradecimiento a Dios, como es tradición en la religión judía, tras haber recibido algo bueno» como es meter gol.
Para finalizar, Weissman ha admitido su «buena» relación con Pacheta, una conexión, «evidente» y «muy importante» para el delantero. Además, ha compartido la opinión del burgalés respecto a los parones de selecciones, algo que «no es normal» y que le perjudica porque quiere «jugar todos los partidos con el Real Valladolid».
Sobre la polémica con Óscar Plano y la celebración del segundo gol contra el Alcorcón, el israelí ha querido zanjar el asunto. «Después del partido me felicito, me abrazo y evidentemente no hay nada más. No veo nada raro«, ha concluido.
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