Los jugadores del Real Valladolid corren hacia la grada visitante para celebrar el gol de Aguado con la afición blanquivioleta desplazada a Gijón El Norte

El Real Valladolid buscará ilusionarse con el ascenso ante un peligroso Éibar

El cuadro blanquivioleta tiene la oportunidad de presentar su candidatura a Primera en Zorrilla ante un conjunto armero enrachado tras tres victorias consecutivas y que ya es firme aspirante

Domingo, 31 de octubre 2021, 09:18

Tal vez no sea una final, pero para el Real Valladolid puede haber un punto de inflexión en la temporada cuando Hernández Maeso pite el ... final del encuentro en Zorrilla. Una derrota desinflaría el globo hinchado tras los tres puntos cosechados con oficio en El Molinón. El empate dejaría la sensación de que se puede competir contra los grandes de la categoría e incluso, dependiendo de lo que suceda sobre el verde, podría servir como impulso para los próximos partidos.

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Pero, en palabras de Pacheta, el Pucela «prepara todos los partidos para ganar». Si esa ambición se transforma en victoria ante el Éibar, el cuadro blanquivioleta, además de conseguir tres puntos claves en la pelea por engancharse a la parte alta de la tabla, daría un sonoro golpe encima de la mesa que escucharían todos los aspirantes a jugar el año que viene en Primera. Si se gana, el Real Valladolid presentaría oficialmente su obligada candidatura al ascenso.

La importancia del choque radica, como también indicó el de Salas en rueda de prensa, en el «peso del rival que viene». Con ambiente de «partido grande», esta tarde visita Zorrilla un equipo «con poso». Ese poso del que habla el entrenador burgalés no es otro que 24 puntos en doce jornadas y victorias tan significativas como la que logró ante el todopoderoso Almería en Ipurúa.

El cuadro armero de Gaizka Garitano es un equipo solvente, equilibrado y con jugadores diferenciales. Además, a los Sotichkov, Expósito, Fran Sol, Javi Muñoz y compañía, se les une el último fichaje de la escuadra eibarresa, Fernando Llorente.

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Aunque finalmente el preparador bilbaíno no ha creído oportuno incorporarle en la convocatoria para visitar el José Zorrilla, con esta demostración de su potencial el conjunto vasco presentará batalla con un balance de siete victorias, tres empates y dos derrotas. Con uno de los máximos artilleros de Segunda en sus filas, es el segundo equipo más goleador de la categoría (19 goles), solo por detrás del Almería, y el que más disparos a puerta realiza (63) junto a Las Palmas.

Confirmar el camino

Por contra, el Real Valladolid llega a este partido en el mejor momento de este inicio de temporada. Los siete puntos conseguidos de nueve disputados la semana pasada devolvió la ilusión a la parroquia vallisoletana que en este arranque en Segunda veía como su equipo nadaba en la mediocridad. Con batacazos históricos como el de Burgos o desesperantes como el de Tenerife en casa, el Pucela parecía navegar a la deriva lejos del camino del ascenso.

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Pero ese «camino» que tanto gusta a Pacheta y que los jugadores han interiorizado al más puro estilo cholista comenzó a tomar buen rumbo en Ponferrada, con un empate que mejoró lo visto hasta entonces. Tras el punto de El Toralín, primero con desplazamiento de la afición, el equipo inició su mejoría contra el Málaga, la confirmó contra el Leganés, y la asentó ante el Ibiza pese a la falta de acierto. Con todo ello, el partido de El Molinón supuso el zenit del sendero recorrido por el cuadro blanquivioleta en una victoria en la que supo sufrir y asestar los golpes adecuados en los momentos oportunos para tumbar a otro aspirante como es el Sporting de Gijón.

Así las cosas, el Pucela contará hoy en casa con todos los jugadores disponibles tras la recuperación de Cristo y a excepción de los lesionados de larga duración y de Carnero. En el conjunto guipuzcoano, Fran Sol y Franchu lesionados y Toño sancionado no participarán en el encuentro.

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Con todas las alternativas, que son un «bendito problema» para el entrenador, el Real Valladolid buscará ante el Éibar, además de los tres puntos, instalar la ilusión por el ascenso ante una afición blanquivioleta que apretará como en los días grandes. En torno a las ocho de la tarde, el fútbol habrá dictado sentencia sobre el verde de Zorrilla y la Segunda División sabrá si tiene o no un firme candidato más en la pelea por ascender a la elite del fútbol español.

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