El Real Valladolid busca la redención ante el Mirandés en Zorrilla
El Pucela tratará de ganarse el perdón de la afición blanquivioleta con tres puntos que le mantengan en los puestos de ascenso
«Hay que pensar ya en Mirandés», afirmó Pacheta nada más consumarse la vergonzosa goleada cosechada ante el Amorebieta a domicilio el pasado miércoles. ... La jornada intersemanal dejó una pésima imagen del Real Valladolid en Lezama y una peor actuación que le valió un severo correctivo, segundo perpetrado por un recién ascendido a la categoría de plata. Tras el varapalo, la afición mostró su malestar en redes sociales ante la falta de intensidad y orgullo mostrada por los jugadores en numerosos momentos del encuentro.
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Por ello, Pacheta quería pasar página cuanto antes y pensar en el partido ante los rojillos para redimirse de una pésima impronta plasmada a domicilio. Con el buen hacer de sus jugadores en los últimos partidos como locales –sobretodo la victoria del fin de semana pasado ante el Éibar–, el Real Valladolid buscará la redención en casa ante un cuadro rojillo que será más difícil de batir de lo que muestra su decimosegundo puesto en la clasificación y su balance de tres derrotas y ninguna victoria en las tres últimas visitas ligueras al feudo vallisoletano que arrojan un balance de 9-2 a favor de los albivioletas.
A excepción de los lesionados de larga duración, Raúl Carnero y Rubén Alcaraz, el burgalés contará con todos sus efectivos disponibles tras las rotaciones del miércoles y la recuperación del ecuatoriano Gonzalo Plata tras pasar un proceso vírico que le privó de completar la primera mitad ante el cuadro armero.
Sin diferencias entre los que jugaron el pasado domingo y los que lo hicieron en tierras vascas, el de Salas anunció cambios para este partido con el objetivo de distribuir los minutos de juego en ese particular plan de prevención que parece seguir el preparador blanquivioleta. Dureza, contundencia y recuperar la fluidez en el juego. Esas son las tres claves sobre las que el técnico argumenta la recuperación del equipo para este partido. A ellas, también apunto que el equipo debe estar atento y concentrado hasta el pitido final si quiere volver a la senda de la victoria.
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Un equipo «alegre»
El Mirandés visita Zorrilla tras un partido de aquellos que sirven como punto de inflexión tras derrotar en Anduva por 3-2 a un Lugo que logró igualar la contienda en sendas ocasiones pero que sucumbió ante el doblete de Sergio Camello. Además, en el choque anterior, los jabatos sacaron un valioso empate ante el Real Zaragaoza en el 95 que equilibró el tanto inicial de Nano Mesa en el primer minuto de partido. Precisamente esa, la de los goles tardíos, es una de las características del equipo de Lolo Escobar, al que le cuesta arrancar en los partidos y suele mejorar su imagen en las segundas partes.
«Tenemos mucho que ganar y poco que perder. El Real Valladolid es un equipo lleno de talento. No puedo destacar ningún jugador porque cualquiera puede desequilibrar el partido. Indudablemente estarán muy alerta después de la derrota, pero nosotros estamos siendo un muy buen equipo fuera de casa», destacó el preparador del Mirandés sobre la actitud de una plantilla en la que recupera a Imanol García de Albéniz y en la que solo restan Gelabert y Odei como únicas bajas para Zorrilla.
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Por su parte, Pacheta aclaró que el desarrollo del partido no será igual que el encuentro frente al Amorebieta. Ciertamente, los de Miranda de Ebro son un «equipo alegre», que gusta de jugar el balón y poseerlo, faceta que le disputará al cuadro blanquivioleta. Al menos así lo demuestran los datos con unos registros muy similares. El Pucela presenta un 54% de posesión media y un 80% de pases acertados, mientras que el Mirandés pasa el 53% del tiempo jugado con el esférico y lo hace de manera acertada el 81% de los desplazamientos intentados.
Además, posee cierta velocidad de balón a la hora de hacerlo circular y una buena cadencia control-pase, aspecto que el entrenador burgalés del Real Valladolid subrayó en rueda de prensa. Ofensivo por naturaleza, sus 22 goles a favor le colocan como segundo máximo artillero de la categoría, estadística solo superada con el Almería con 27 dianas en su cuenta. Además, es la tercera escuadra que más prueba suerte con 67 disparos a puerta, solo Las Palmas y Éibar chutan más y por encima del actual líder de Segunda, el Almería. En su faceta anotadora, cuatro jugadores aportan casi el total de los goles conseguidos por los rojillos esta temporada.
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Íñigo Vicente y Sergio Camello, recientemente convocado con la selección sub-21, aportan cinco tantos cada uno a los que se suman los cuatro de Brugue y Simón respectivamente. Weissman es el único que aporta ese nivel goleador en los locales. En asistencias, Roque Mesa lidera las blanquivioleta con 3, superado igualmente por el canterano rojiblanco cedido en Miranda, Riquelme, que ha repartido cuatro del lado rojillo hasta ahora.
Por contra, también es el segundo equipo más goleado de la categoría con 23 goles en contra, seis menos que el Alcorcón. Con estas estadísticas, se prevé que Zorrilla acoja un partido disputado en cuanto a posesión y divertido en cuanto a juego con dos equipos que plasmarán un juego ofensivo sobre el césped.
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Otra de las posibilidades es que Lolo Escobar decida realizar un plan especifico para visitar una plaza tan importante dentro de la categoría y apuesta por desarrollar un fútbol defensivo, con un bloque bajo o medio bajo y salidas rápidas al contragolpe como hicieran Éibar o Tenerife, con resultado dispar en sus desplazamientos a Valladolid.
Además, la necesidad local de resarcirse de la goleada ante el Amorebieta y la resiliencia burgalesa para sacar puntos en los últimos minutos de partido puede hacer que la lucha por los puntos se traslade a la recta final del derbi regional.
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