El Real Valladolid se impone al Barcelona B

No existe ninguna razón científica que avale con garantías un eventual resurgimiento en el Miniestadi del Valladolid más rácano de los últimos tiempos, que mostró casi todas sus carencias el pasado sábado en Zorrilla frente al Osasuna. Pero hay argumentos para confiar en ello. Rubi está escarmentado de los experimentos y, con excepción de Álvaro Rubio con molestias musculares, Omar que recibió un fuerte golpe en el empeine el sábado y la baja de última hora de Valiente durante el entrenamiento de ayer en Barcelona, el entrenador barcelonés viaja a su tierra con jugadores solventes en todas las líneas.

Además de los citados jugadores que arrastran molestias, el míster ha dejado en Valladolid al delantero Alfaro, ya que Chus Herrero tenía previsto volar esta mañana a Barcelona.

El vestuario del Pucela se ha sacudido también los perniciosos efectos de una presión añadida por demostrar que pueden seguir aspirando al ascenso directo. Sin renunciar a ello, saben que es poco factible, así que no tienen por qué dejarse atenazar por los nervios. Pero sobre todo, hay una razón de peso para confiar en una victoria frente, una vez más, a un rival con serias posibilidades de perder la categoría. Se trata del recuerdo de la mayor goleada del Real Valladolid en lo que va de temporada. Siete goles le metió al Barcelona B en el partido de ida, disputado en el Zorrilla, que demostrarían que la victoria es factible.

Siete veces se puede

No es imposible. Al contrario, los pupilos de Vinyals son vulnerables. Mucho, si se miran los datos que refleja la clasificación: Son penúltimos, con 36 puntos en 38 partidos. El filial del campeón de Liga apenas ha ganado nueve encuentros de los 38 jugados hasta ahora. Y tampoco es que su feudo signifique demasiado a la hora de hacer cábalas sobre un resultado; el Barcelona B únicamente ha ganado cinco encuentros en el Miniestadi, una victoria más que las obtenidas a domicilio.

El Real Valladolid, además, ha demostrado que le tiene tomada la medida al filial del Barça. Oque los azulgrana, en general, se le dan bien. La memoria está a su favor.

Los resultados han sido muy heterogéneos, en ligas diferentes y aún no suman un número suficiente para consolidar una tradición. Pero el Real Valladolid de la temporada 2013/2014 , en Primera, ganó al Barça de Messi 1-0. Fue el italiano Rossi quien en el minuto 16 marco el gol de la victoria pucelana. Y el Real Valladolid aguantó casi setenta y cinco minutos el intento azulgrana por dar la vuelta al partido. No le valió aquella victoria al Pucela para mantener la categoría, pero sentó un precendente que confirmó en la presente temporada frente a su filial. En esta ocasión fueron los goleadores del Pucela Óscar y Mojica quienes por dos veces marcaron, además de Jeffren y Bergdich, a los que se sumó el autogol de Bagnack.

Bajas en el Barcelona B

Jordi Vinyals manifestó ayer su esperanza en la victoria y aludió a la exigencia de los jugadores del Pucela en sus aspiraciones por el ascenso. Sin embargo, el técnico catalán tiene algunas bajas notables en su vestuario. La más llamativa es la de Alejandro Grimaldo. Los servicios médicos confirmaron ayer que sufre un esguince de la sindesmosis del tobillo izquierdo y será baja por lo que queda de temporada.

El lateral valenciano ha jugado un total de 36 partidos en la Liga Adelante esta temporada, marcó cuatro goles y sumó 3.029 minutos, siendo el jugador más utilizado tanto por Eusebio Sacristán como por Jordi Vinyals. Además, son bajas en el Barcelona B Wilfrid Kaptoum, Pol Calvet, Macky Bagnack, este último autor del autogol en Zorrilla, y Robert Costa.

Las bajas de los locales, sin embargo, se enjugan con la recuperación de Gumbau y Sandro Ramírez, que no pudieron participar en la victoria barcelonista frente a La Ponferradina de la última jornada por sanción. Así mismo, Vinyals recupera a Munir el Haddadi, que había sido convocado por el primer equipo en la última jornada.

El Real Valladolid afronta este encuentro con la posibilidad, en el caso de sumar los tres puntos, de ascender al cuarto puesto de la clasificación y, en el mejor de los casos, de quedarse a tres puntos del segundo puesto, que da acceso directo a Primera. Una circunstancia que únicamente se puede dar en el caso de que pierdan sus respectivos encuentros el Girona y el Sporting de Gijón.