Los jugadores del Real Valladolid tras uno de los tres goles marcados por el Leganés en Butarque este sábado. Carlos Gil-Roig
La crónica

Indigno final a una temporada infame para el Real Valladolid

Un penoso Pucela cosecha ante el Leganés su trigésima derrota en 38 partidos, en una última jornada que deja a los pepineros en Segunda

Arturo Posada

Valladolid

Sábado, 24 de mayo 2025, 21:02

El Real Valladolid se despidió de la Primera División con toda la indignidad posible. El equipo blanquivioleta batió dos plusmarcas negativas de la categoría y ... se convirtió en la escuadra más perdedora de la historia de LaLiga (30 derrotas en un curso) y la que más partidos perdidos consecutivos ha cosechado en la élite (12). Un final indigno a una temporada infame. Una vergüenza en toda regla frente a un Leganés que goleó en la primera parte y que cruzó los dedos en la segunda con la esperanza de que el Espanyol pinchara ante Las Palmas, algo que no sucedió. En Butarque hubo lágrimas, pero los pepineros llegaron vivos a la última jornada y cumplieron su parte sometiendo a un patético Pucela. Ni siquiera el anuncio de la venta del club al blanquivioleta al grupo inversor liderado por el mexicano Gabriel Solares sirvió de acicate para unos jugadores que fueron a Leganés de vacaciones.

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Leganés

Dmitrovic; Altimira, Sergio González, Jorge Sáenz, Javi Hernández; Raba (Miguel de la Fuente, m.73), Cisse (Darko Brasanac, m.73), Tapia (Chicco, m.82), Juan Cruz; Munir (Duk, m.62) y Diomande (Diego García, m.62)

3

-

0

Real Valladolid

Hein; Candela (Luis Pérez, m.45), Aidoo (Cenk, m.45), Cömert, Henrique; Anuar (Maroto, m.45), Nikitscher, Alani, Moro; Sylla (Amath, m.71) y Latasa (Arnu, m.71).

  • Goles 1-0 Javi Hernández (m.23). 2-0 Diomande (m.35). 3-0 Juan Cruz (m.39)

  • Árbitro Soto Grado (comité La Rioja), con Iglesias Villanueva en el VAR. Amonestó a Candela

  • Otros datos Butarque. 11.523 espectadores. Trigésima octava jornada de Primera División

El Real Valladolid salió con la falta de intensidad habitual, camuflada por un aparente orden inicial que se fue deshaciendo con el paso de los minutos. El guion de siempre. La bufonada habitual. La presencia de dos delanteros como Mamadou Sylla y Juanmi Latasa podía llevar a pensar en un Pucela con vocación ofensiva en su despedida de la categoría, pero nada más lejos de la realidad. Al Leganés le costó sacudirse la tensión de la lucha por la permanencia. Sin embargo, el equipo de Borja Jiménez detectó pronto todas las debilidades de un Pucela que jugó andando. Los avisos locales fueron 'in crescendo' y Hein se vio obligado a emplearse a fondo ante un disparo a quemarropa de Raba en el minuto 20. El Lega atacó por acumulación y el Real Valladolid entregó la cuchara con celeridad. Javi Hernández abrió el marcador con un disparo libre de marca que tocó en el hombro de Aidoo. El Pucela volvió a hundirse hasta límites insoportables. Cissé marcó en una acción invalidada por el fuera de juego de Munir.

Dio igual. La indignidad blanquivioleta fue en un aumento, en otro ejercicio de poca profesionalidad. El 2-0, obra de Diomande, retrató a una defensa blanquivioleta con la consistencia de un barquillo. Ni Aidoo ni Alani ni un superado Candela pudieron echar el lazo al atacante, que descerrajó el gol a placer. Resulta una tortura ver a este Real Valladolid incapaz de mantener una mínima compostura sobre el césped. Hecho un guiñapo, el Pucela vio cómo Juan Cruz rubricaba el 3-0 antes del descanso, con otra evaporación defensiva de Candela, que permitió la subida de Diomande. Hein tocó la bola, pero Juan Cruz llegó solo en el segundo palo y ejecutó el nuevo castigo.

El partido olía a goleada de escándalo, así que Rubio ejecutó un triple cambio al descanso, con las entradas de Luis Pérez, Cenk y Mario Maroto por Candela, Aidoo y Anuar. Raba probó a Hein con un disparo lejano antes de que el Leganés entendiera que el partido ya estaba resuelto y que tocaba mirar al RCDE Stadium, donde otro descendido como la UD Las Palmas mantenía el 0-0 ante el necesitado Espanyol.

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El Real Valladolid amasó la pelota, sin intención ninguna de maquillar el resultado porque si Dmitrovic no hubiese jugado habría dado igual. Sólo las entradas de Amath y Arnu por Sylla y Latasa ofrecieron algo de vidilla en el área a la tristísima escuadra visitante. Sin embargo, todo quedó en meros fuegos de artificio, aunque al menos a Arnu se le vio con ganas de presionar al portero y ejecutó un remate alto, cegado por el sol. Los dos goles del Espanyol ante Las Palmas cercenaron de un plumazo las esperanzas locales. Butarque despidió con honor y lágrimas al Leganés y el Real Valladolid se convirtió, por derecho propio, en el equipo más perdedor de toda la historia de la Primera División. Este es el legado de Ronaldo. Ahora toca abrir una nueva etapa con Gabriel Solares al frente para empezar a recuperar la dignidad.

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