El desafío del gol en el Real Valladolid
El Pucela fue el séptimo equipo que más disparos intentó en la primera jornada y los suplentes generaron más tiros que los titulares, aunque sin éxito
El Real Valladolid aún trata de abrir la lata del gol.
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El conjunto de Pacheta inició la Liga sin acierto ante el Villarreal (derrota por ... 0-3), a pesar de que desplegó algunas baterías ofensivas. La comparativa estadística con el resto de equipos nos permite observar a un Pucela que trató de probar a Rulli y que intentó doce lanzamientos, la séptima mejor marca de la jornada en Primera. Fue un pequeño brote verde en un partido que acabó en fiasco.
Sólo Real Madrid (29), Athletic Club (23), FC Barcelona (21), Real Betis (17), Valencia (17) y Real Sociedad (13) dispararon más que los blanquivioleta. Y, como consuelo temporal, cabe señalar que tampoco el Athletic (que se encontró a un prodigioso Rajkovic en la portería del Mallorca) ni el FC Barcelona (sin efectividad y muy ansioso ante el Rayo) hallaron las sendas que conducen al gol. También hay sequía en otros parajes.
El Real Valladolid acabó castigado ante el Villarreal, pero el partido pudo haber seguido otro rumbo si Joaquín no hubiera dejado pasar inocentemente el balón que aprovechó Nicolas Jackson para firmar sin contemplaciones el 0-1 y Álex Baena hubiese encontrado más oposición entre la zaga local, incapaz de evitar su inesperado doblete.
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Un error defensivo inició la herida que acabó desangrando al Real Valladolid en el marcador, empezando por la facilidad con la que Yéremi Pino superó a Sergio Escudero y el error garrafal de Joaquín Fernández, que no despejó un envío mortífero.
En el cómputo global, el Pucela lo intentó más que el Villarreal (que se quedó 10 disparos), pero el equipo de Pacheta evidenció la falta de pólvora que le acompaña desde la pretemporada. Llama la atención que un centrocampista como Kike Pérez, que saltó desde el banquillo, se convirtiese en el futbolista que más disparos generó, con un total de tres. Iván Sánchez, que también comenzó como suplente, gozó de dos buenas ocasiones arriba en tan solo un minuto y además puso un gran envío en la cabeza de Sekou Gassama, que el delantero falló cuando lo tenía todo a favor para empatar el choque. Sekou, otro jugador que salió en la segunda parte, ejecutó posteriormente otro disparo que se marchó fuera. De los 12 intentos del Real Valladolid, ocho llegaron desde el banquillo. Curiosamente, los suplentes generaron más peligro. Sergio León, el delantero centro titular, no llegó a rematar y solo tocó 14 balones durante el tiempo que permaneció en el césped. De los jugadores que conformaron el once inicial, únicamente probaron suerte ante el marco rival Jawad El Yamiq (2), Sergio Escudero (1) y Roque Mesa (1). El suplente Óscar Plano añadió otro intento de gol.
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El Real Valladolid dio trabajo a Gerónimo Rulli: seis de los doce intentos encontraron portería, una buena cifra... si obviamos el detalle de que no hubo goles locales. Sólo Real Sociedad (7), Betis (8) y Real Madrid (15) mostraron más puntería en la primera jornada liguera para embocar lanzamientos entre los tres palos. Con algo más de pólvora, el Pucela almenos habría plantado cara al Villarreal en la ruleta ofensiva.
Entre otros retos, toca resolver el desafío del gol. Con Shon Weissman ausente aún tres jornadas más, habrá que comprobar el estado de forma de Sergi Guardiola. El Real Valladolid ha decidido contar con el delantero, pero Guardiola no ha disputado un minuto en la pretemporada por lo que presenta un déficit competitivo respecto a sus compañeros. Ahora, ya solo podrá recuperarlo en Liga y se verá si dispone de minutos mañana frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán. La opción de jugar con dos delanteros para descargar a Sergio León de la responsabilidad del gol está encima de la mesa, aunque el dibujo táctico de Pacheta durante la pretemporada y en la primera jornada ha sido un claro 4-3-3.
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Hay nueve equipos que aún no han perforado las porterías rivales tras la primera jornada. Uno de ellos es el Real Valladolid, que quiere tener más el balón (ante el Villarreal dispuso del 51,7% de la posesión) y, sobre todo, necesita marcar para sacudirse ansiedades.
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