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El crecimiento del Real Valladolid no solo se sustenta en su clara vocación ofensiva. El equipo de José Rojo 'Pacheta' empieza a blindarse de manera ... efectiva atrás y ya no resulta infrecuente que el portero Roberto Jiménez disfrute de tardes muy plácidas sobre el césped.
El Pucela solo ha tenido que lamentar un gol en contra en los últimos cuatro partidos disputados como local y suma ya siete encuentros con la portería a cero en las 18 jornadas celebradas de la Liga SmartBank.
El último choque frente al Cartagena muestra la fortaleza creciente del cerrojo blanquivioleta: el conjunto de la ciudad portuaria solo fue capaz de ejecutar un disparo sobre el arco vallisoletano. Pablo de Blasis probó por primera y última a Roberto durante el partido.
Todos los demás remates o se marcharon fuera o fueron bloqueados por los defensores del Real Valladolid.
«Cuanto más sólidos seamos, más control de los partidos tengamos y mejor juego ofrezcamos, menos ocasiones vamos a conceder. Es una muy buena señal de fortaleza que vamos a intentar consolidar y alargar en cada partido, a pesar de que todos los encuentros no son iguales y en algunos nos harán ocasiones», apuntó Roberto Jiménez tras la victoria por 2-0 frente alCartagena del pasado sábado.
El Real Valladolid recuperó el paso en su estadio después de cosechar un contundente 3-1 en el Juegos del Mediterráneo frente al Almería, un resultado desfavorable muy marcado por la expulsión de Óscar Plano en el minuto 36, lo que permitió la goleada del líder, aunque el equipo de Pacheta ofreció una imagen brava y no perdió la cara al choque.
El blindaje empieza a acentuarse en casa. El Pucela solo ha encajado un tanto en los cuatro últimos partidos disputados como local: lo consiguió el Mirandés, a través de Alejandro Marqués, en el tramo final de un partido que el Real Valladolid controlaba en ese momento con tres goles a favor. Antes, contra el Eibar, el Pucela sí logró dejar su portería a cero, a pesar del despliegue ofensivo del conjunto armero. Posteriormente, llegó el 3-0 frente al Fuenlabrada y el reciente 2-0 contra el Cartagena, con el paréntesis del desplazamiento fallido al campo del Almería.
Sin embargo, conviene escrutar los números para comprobar cómo ha ido evolucionando la coraza defensiva en los últimos cuatro partidos en Zorrilla: el Eibar ejecutó 14 tiros y cuatro de ellos fueron entre los tres palos y abortados por los guantes de Roberto Jiménez. La defensa blanquivioleta solo logró bloquear dos de los 14 lanzamientos y diez de esos disparos se produjeron dentro del área blanquivioleta. El conjunto armero dispuso de ocasiones muy claras que no supo aprovechar y lo acabó pagando con la derrota (2-0). El Pucela acabó con la portería sin mácula, aunque no pudo evitar que el Eibar tuviese el dominio del partido durante algunas fases del choque.
El Real Valladolid también se impuso claramente al Mirandés en el estadio José Zorrilla (3-1), sostenido por los dos goles logrados por Shon Weissman y Gonzalo Plata en la primera parte (los mismos goleadores que tumbaron al Cartagena el pasado sábado), ventaja aumentada por un segundo tanto del delantero israelí en el tramo final. El Mirandés llegó al área de Roberto menos que el Eibar y solo pudo armar siete tiros, tres de ellos a puerta. Uno de ellos acabó en el gol de Alejandro Marqués.
Los números mejoraron en la jornada siguiente ante el Fuenlabrada (3-0). Dos de los tres goles pucelanos llegaron cuando el equipo madrileño jugaba ya con diez futbolistas por la expulsión de Pulido en el minuto 72. El Fuenlabrada, por su parte, no llegó a tirar a puerta: cuatro de los seis lanzamientos que intentó acabaron fuera y los otros dos fueron bloqueados por la defensa blanquivioleta. Roberto Jiménez no se vio obligado a efectuar ni una sola parada durante los noventa minutos y los cuatro de prolongación.
El Cartagena tampoco encontró ninguna vía en Zorrilla: de sus once tiros intentados, solo un disparo de De Blasis a la media vuelta con poca potencia obligó a colocar los guantes a Roberto, que embolsó la pelota sin ninguna dificultad. El sistema defensivo del Real Valladolid funcionó a las mil maravillas: Rubén Castro solo pudo armar dos remates, los dos fuera, y no evidenció su condición de 'pichichi' de la categoría. Álex Gallar, el otro hombre en punta, solo presentó un disparo bloqueado en su hoja estadística.
Roberto Jiménez destacó el «buen trabajo defensivo», basado en «vigilancias muy altas» y «arriesgando mucho». «No es fácil jugar así. Requiere de mucha personalidad y nuestros defensas la están mostrando. Son siete porterías a cero. Será importante para estar arriba», añadió el portero titular del Real Valladolid.
El equipo de Pacheta ha logrado acabar sin goles en contra los partidos en casa frente a Real Zaragoza (2-0), Alcorcón (2-0), Eibar (2-0), Fuenlabrada (3-0) y Cartagena (2-0), así como en los desplazamientos a Lugo (0-2) y Leganés(0-2). Su gran margen de mejora está lejos de Zorrilla porque en las dos últimas salidas ha recibido siete tantos, cuatro en el desastre de Lezama frente al Amorebieta y tres en Almería. El Huesca pondrá a prueba el viernes el sistema defensivo del Pucela en El Alcoraz, aunque antes llega el Marchamalo en la Copa del Rey y las rotaciones.
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