Ingeniería Aplicada 2000, un valor añadido a cada instalación industrial

Desarrollar ingeniería de calidad era la idea de Emilio Pérez Sanz cuando, en 1999, creó Ingeniería Aplicada 2000, una empresa pensada para dar valor añadido y para mejorar y optimizar todas las instalaciones, generalmente industriales, en las que trabajase. «El objetivo siempre ha sido diseñar y desarrollar proyectos como si los fabricáramos y montáramos nosotros, haciendo ingeniería y la dirección de obra muy en detalle».

Ingeniería Aplicada 2000 aborda una amplia gama de especialidades e ingenierías. Según Emilio Pérez, «tradicionalmente hemos trabajado en sectores como el alimentario, el químico, madera, automóvil, etc..., en fábricas donde hay procesos donde nosotros teníamos un grado de conocimiento adecuado».

En cuanto a sus servicios, esta empresa tiende al 'llave en mano'. La mayoría de los trabajos industriales en los que participa son desarrollados como Ingeniería y empresa instaladora simultáneamente, «de tal forma que nuestro trabajo comienza cuando un establecimiento industrial nos llama porque, o bien tienen un problema de funcionamiento, o bien necesitan ampliar o mejorar la eficacia de sus instalaciones. También recurren en muchas ocasiones cuando quieren añadir una tecnología distinta en alguno de sus procesos de fabricación».

A partir de ese encargo, «realizamos un estudio propuesta, que desemboca en una oferta, continuamos con un estudio-proyecto de ingeniería, ejecutamos la instalación y concluimos con la puesta en marcha. Nosotros asumimos la responsabilidad total», insiste.

En el 90% de los casos, sus clientes son empresas medianas-grandes, que necesitan un servicio de ingeniería asociado a sus obras, «y es ahí donde nosotros podemos dar nuestro valor añadido a las instalaciones porque pretendemos que sean de calidad, eficientes y seguras. Hacemos una ingeniería enfocada a la eficiencia de los procesos, es decir, que tengan un grado de aprovechamiento suficiente como para que no haya ni derroche de recursos, energía, emisiones o vertidos; no tienes que gastar más de lo necesario porque no debes consumir más recursos materiales o personales para el funcionamiento de una instalación. Nosotros somos una herramienta a disposición de cualquier fábrica para conseguir mejorar su eficiencia y rentabilidad», concluye.